Hace unas semanas, en el artículo que encontraréis en este enlace, hacíamos hincapié en el éxito de los formatos audiovisuales ambientados en instituciones académicas de prestigio. Este fenómeno no sólo es propio de la producción anglosajona, ya que también afecta a las series españolas con igual o mayor fortuna. De ahí que la serie Élite, emitida por la plataforma Netflix, haya alcanzado notables datos de audiencia.

Élite narra la vida de un grupo de estudiantes del exclusivo colegio privado Las Encinas, al que llegan tres nuevos alumnos pertenecientes a la clase obrera. Las diferencias entre ricos y humildes provocan un terrible asesinato en la primera temporada, la desaparición de un alumno en la segunda y nuevos crímenes en extrañas circunstancias en las siguientes. La serie, que ha anunciado una nueva temporada, ha alcanzado la nada desdeñable cifra de 48 episodios repartidos entre seis temporadas.

Una serie más cercana a la realidad social

Si bien la serie Miércoles, también en Netflix, ha demostrado encajar a la perfección con la realidad social actual desde la perspectiva de la fantasía, Élite consigue resultados similares hundiendo sus raíces en el drama adolescente al uso. Este se adereza con buenas dosis de suspense, pero con las cuestiones que suelen preocupar a los jóvenes como marco argumental. Los episodios, aunque no exentos de los inevitables clichés, abordan temas tan interesantes como las diferencias culturales, la diversidad sexual, la problemática de las drogas, el acoso escolar, las enfermedades y el uso negativo de las redes sociales.

Élite aborda las cuestiones que suelen preocupar a los jóvenes combinando el thriller con el drama adolescente

Élite es una digna heredera de Al salir de clase (1997-2002), Física o química (2008-2011) y El internado (2007-2010). De hecho, vendría a ser una curiosa evolución de todas ellas. Cada generación ha tenido su propia serie ambientada en un entorno educativo con la cual identificarse. Ahora, sin lugar a dudas, son los tiempos de Élite.

Las Encinas: prestigio y modernidad a partes iguales

El colegio privado Las Encinas podría parecerse en el mundo real al George Heriot’s School de Edimburgo y en el de la ficción al Colegio Hogwarts, pero con la gran diferencia de ser un edificio mucho más moderno y rodeado de opulencia. Se trata de una institución con un gran campus en el que hay estanques, puentes y zonas de esparcimiento: piscina, sala de ciencias, biblioteca, numerosas canchas de deportes y hasta una sala de música. Y en lo que respecta a las aulas, todas ellas están adaptadas a las nuevas tecnologías con pizarras interactivas y ordenadores.

La serie de Netflix se graba en la Universidad Europea de Madrid, elegida en 2019 como la quinta mejor universidad privada de España

Las Encinas es en realidad la Universidad Europea de Madrid, en concreto el campus que se encuentra en la localidad de Villaviciosa de Odón. Dicha institución privada acoge a más de 16 000 alumnos de 110 nacionalidades distintas. En 2019 fue elegida, según un ranking del diario El Mundo, como la quinta mejor universidad privada de España. En su espacio de 25 hectáreas se reparten los edificios docentes, un complejo deportivo y dos residencias universitarias con capacidad para más de 500 personas.

No obstante, cabe señalar que los interiores de las aulas se graban en los platós del centro de producción de Netflix en Madrid, tanto las escenas del instituto como las de las casas de los jóvenes protagonistas.

Una apuesta por el uniforme unisex

El uniforme de esta serie también ha llamado poderosamente la atención a sus seguidores. Cristina Rodríguez, directora de vestuario, con 30 años de experiencia en el medio, se basó en el uniforme clásico de las escuelas europeas, pero apostando por lo unisex. «Los pantalones pitillo son de chica, y se los ponemos tanto a los hombres como a las mujeres. El mundo camina hacia lo unisex. Pensé que nosotros debíamos adelantarnos. Fuera etiquetas. Fuera barreras», afirmó Rodríguez en una entrevista para el portal Mui Today. En definitiva, el uniforme escolar que a cualquier alumno le gustaría usar. «Cuando empezamos a ver todo lo que podíamos hacer con el uniforme, encontramos un mundo maravilloso. Al inicio me aburría mucho rodar gran parte de la serie en uniforme, pero nos dimos cuenta de que podemos poner nuestro sello y cada temporada lo hacemos más», añadía la directora de vestuario.

Élite rompe las barreras llevando la uniformidad hasta límites nunca vistos anteriormente. La serie se comunica con los jóvenes actuales por medio de un lenguaje estético y visual muy atractivo

A este vestuario se viene a sumar la personalidad de cada personaje. El espectador puede adivinar los distintos perfiles psicológicos por la forma de llevar el uniforme. Este es el principal medio con el que la serie se comunica con los jóvenes actuales. Es decir, por medio de un lenguaje estético y visual muy atractivo. Cristina Rodríguez, usando los códigos que ofrece el vestuario, narra la historia de este centro educativo que ha cautivado al público de todo el mundo.