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Regalos a profesores: ¿sí o no?

Una imposición silenciada

El fin de curso se acerca y con él las despedidas, el verano, y para las familias, además, los regalos para el o la profe. I-Pads, sesiones de spa,  perfumes o bolsos caros son algunas de las ideas que se barajan entre las familias.

Los regalos a profesores son una tradición que se remonta a dos siglos atrás

Los grupos de WhatsApp son el terreno en el que en la actualidad germinan y se discuten este tipo de propuestas, a pesar de que la tradición de ofrecer regalos a los profesores tiene su origen en el siglo XIX, cuando los maestros, sobre todo los de primaria, tenían unos sueldos muy bajos que les convertían en profesionales pobres. De hecho, la famosa frase «pasar más hambre que un maestro de escuela» viene de allí, en alusión a las condiciones precarias en las que ejercían los educadores en aquella época.

En aquel momento, el regalo suponía una forma que tenían los padres y madres de compensar al profesor, que continuaba educando con esfuerzo y dedicación a sus hijos a pesar de las pésimas condiciones laborales. Ello constituía un apoyo para los maestros, para quienes los regalos podían aliviar, un poco, su situación familiar.

A principios de este siglo esta práctica aún continuaba presente entre las familias, pero en aquel momento el regalo consistía en pequeños detalles hechos por los niños, u obsequios que fueran un recuerdo para el profesor o profesora de sus alumnos, como álbumes de fotos, una taza con los nombres de todos los niños o cualquier tipo de manualidad personalizada que sirviera de agradecimiento.

Los regalos de fin de curso para profesores les pueden costar entre 60 y 100 € a las familias

Sin embargo, hace ya más de una década que la situación cambió por completo: los detalles pasaron a convertirse en grandes obsequios, cuyos precios oscilan entre los 60 y los 100 €, llegando a alcanzar en algunos casos hasta los 200 €.

Algunos padres se sienten presionados a aceptar a pesar de no estar de acuerdo

La situación se ha vuelto insostenible para algunos padres y madres, incluso en los últimos años ha habido familias que han pedido asesoramiento a la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (CEAPA) porque no están de acuerdo con esta práctica y se sienten presionados. Al respecto, la presidenta de CEAPA aseguró en una entrevista a 20 minutos que «este asunto se ha salido de madre».

En este sentido, la consolidación de esta práctica, impuesta o no, ha provocado la creación de nuevos negocios especializados en regalos para el profesorado, que tienen como seña de identidad la personalización.

Sesiones de spa, bolsos y pulseras son los regalos con más adeptos entre las familias

Los regalos en estos establecimientos van desde los 5 € que puede costar una taza personalizada, hasta los más de 200 € de una Tablet o un SmartWach, y entre las propuestas con más adeptos están las sesiones en balnearios o spa, las piezas de joyería como pulseras, o los bolsos de moda.

Pros y contras de obsequiar a los maestros

Regalar es una muestra de afecto, una forma de alagar a la otra persona. Aunque en la actualidad se asocia el regalo con objetos materiales, también actos como expresiones de afecto verbales o por contacto físico se consideran regalos, según la definición que hace la Real Academia Española (RAE).

Asimismo, intercambiar regalos es una buena forma de inculcar a nuestros hijos el agradecimiento como valor desde la infancia. Precisamente, esta es una de las razones que nos pueden llevar a pensar que la preparación y decisión de los regalos para los profesores debe ser protagonizada por el propio alumnado, al contrario de lo que sucede hoy en día.

Los regalos caros pueden limitar la participación de familias de bajos ingresos o familias numerosas en el agradecimiento colectivo al profesorado

Otra cuestión que nos hace dudar de esta tradición es la repercusión que puede tener en las familias de bajos ingresos, que pueden sentirse excluidas por no poder hacer frente al pago de la cuota impuesta por la AMPA, especialmente en escuelas en las que esta supera los 10 € por niño.

Otro caso sería el de las familias numerosas; supongamos que unos padres tienen a todos sus hijos estudiando en primaria o infantil, ello significaría el desembolso de al menos 30 € anuales en concepto de «regalos para los profesores», y eso si además no se decide desde el grupo de WhatsApp obsequiar también al profesorado de otras asignaturas como Educación Física o Inglés.

El propósito de los obsequios es mostrar gratitud, dar reconocimiento y dejar un recuerdo a los profesores, por su dedicación y esfuerzo, y así debe seguir siendo, pero ello solo será posible si en vez de las familias son los propios alumnos quienes protagonizan esta acción de agradecimiento colectivo. Los padres y madres ya agradecieron en su momento a sus respectivos docentes, así que ahora les toca el papel de guiar e incentivar entre sus hijos este tipo de acciones, pero con sentido común y sin excesos que excluyan al resto de niños y niñas.

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