¡Qué los superhéroes no te confundan!
La nueva película de Marvel no es apta para las audiencias más jóvenes
Deadpool y Lobezno es, sin ningún género de dudas, el título más destacado de este verano desde el punto de vista económico. Lleva un acumulado de 1211 millones de dólares en todo el mundo, convirtiéndose en la película con clasificación R más taquillera de la historia del cine, y es la segunda con mayor recaudación de 2024 tras Inside Out 2. La clasificación R, de acuerdo con el sistema de calificaciones de la Motion Picture Association, determina los títulos que son solo para mayores de edad, ya sea por su contenido de violencia gráfica o por sus escenas sexuales, además del uso de drogas y alcohol, el lenguaje o la temática que se toca. En Estados Unidos los menores de 17 años deben ser acompañados por un padre o tutor adulto obligatoriamente. Sin embargo, en España la entrada a las salas no es tan restringida, ya que pueden ir solos y no se les impide el paso.
Un antihéroe irreverente
Wade Winston Wilson, más conocido como Deadpool (o Masacre en algunas traducciones al español) fue creado por el artista gráfico Rob Liefeld y el guionista Fabian Nicieza para Marvel Comics. Apareció por primera vez en el n.º 98 de la serie New Mutants en 1991. Se trata de un mercenario desfigurado y mentalmente inestable, famoso por su verborrea continua y por su tendencia a romper la cuarta pared. Es decir, esa pared imaginaria que separa al espectador de la obra que está contemplando; véase por ejemplo una película, serie, videojuego o una pieza de teatro. Deadpool apela directamente a la audiencia y le hace partícipe de sus salidas de tono.
Deadpool es un antihéroe de manual, muy estrambótico y políticamente incorrecto, lo cual resulta paradójico en la ficción actual donde predomina justo lo contrario, en especial en aquellos productos de gran consumo
El personaje es un antihéroe de manual, muy estrambótico y políticamente incorrecto, lo cual resulta paradójico en la ficción actual donde predomina justo lo contrario, en especial en aquellos productos de gran consumo. Las burlas en Deadpool y Lobezno son constantes, hasta el punto de arremeter contra la compañía Disney, productora del filme, burlándose de sus errores de los últimos años con Marvel Studios. Esta dinámica da lugar a un ejercicio de autocrítica bastante loable, pero para ser disfrutada obliga al espectador a estar al corriente de los vaivenes de la industria (polémicas, políticas woke, títulos fallidos…).
Escena de Deadpool y Lobezno entre Hugh Jackman (Lobezno) y Ryan Reynolds (Deadpool) en la tercera entrega del antihéroe de Marvel.
En febrero de 2016 Deadpool llegó por primera vez a los cines de la mano del director Tim Miller y el actor Ryan Reynolds. La entrega estrenada este verano cierra una supuesta trilogía, aunque dados los resultados obtenidos con toda probabilidad no será la última. Su éxito se basa en las constantes referencias a la cultura popular y en el uso del humor negro y el sarcasmo como armas poderosas.
¿Deadpool y Lobezno es una película para niños?
Las películas de superhéroes tienen una enorme aceptación entre el público infantil. De hecho, la serie dedicada a Deadpool no ha sido ajena a esto. No son pocos los menores que han acudido a ver sus aventuras, solos o en compañía de los adultos. ¿Deadpool y Lobezno es una película para niños? La respuesta es bien clara.
Deadpool, el único personaje consciente de que vive en un cómic ficticio, hace uso de tres «habilidades»: las constantes referencias a la cultura pop, el sarcasmo y el humor negro. Son precisamente estas dos últimas, junto a la violencia descarnada de varias escenas, las que deben preocupar a los padres y tutores.
El sarcasmo toma fuerza en las burlas de carácter sangriento, y en la ironía mordaz y cruel que tiene como objetivo ofender o maltratar a alguien o algo. Asimismo, una persona sarcástica no solo emplea el lenguaje verbal, sino también el corporal y facial. Es decir, suelen tener una expresión en su rostro que no concuerda con las palabras que salen de su boca. Por ejemplo, sonríen o giran sus ojos mientras hablan sobre algo serio.
Deadpool y Lobezno no es una película para niños. El uso del sarcasmo en muchos de sus diálogos es incapaz de ser detectado por los menores. Hacer uso de este tipo de lenguaje en la vida cotidiana lleva a la confusión y a malentendidos entre los más pequeños
Las posturas desenfadadas y los gestos exagerados, a pesar de no mostrar casi nunca la cara, son dos de las actitudes habituales de Deadpool. Este tipo de lenguaje en la comunicación cotidiana, y sobre todo en internet, puede dar lugar a conflictos. En 2015 un grupo de estudio de la Universidad de Harvard, dirigido por la científica Francesca Gino, concluyó que el sarcasmo puede tener beneficios psicológicos y despertar la creatividad de las personas. Se realizaron algunas pruebas con unos voluntarios a los que se les dio una serie de roles. En varios actos de comunicación, aquellos que utilizaban el sarcasmo rendían mejor y eran más creativos.
Francesca Gino aseguró que el sarcasmo entre personas que tienen suficiente confianza potencia las relaciones y mejora la creatividad del grupo. Si se educa para identificar este tipo de humor, en especial en los lugares de trabajo, puede conducir a grandes beneficios. Los adultos conocen bien el sarcasmo, pero los niños son incapaces de detectarlo. En los menores, hacer uso de él lleva a la confusión y a verse sometidos a malentendidos.
Según los psicólogos infantiles, los niños hasta los 7 años, o incluso hasta los 10, no entienden el lenguaje sarcástico. Hay que tener en cuenta que el desarrollo del habla y su comprensión están relacionadas con la comunicación de las emociones. La no detección del sarcasmo provoca un cortocircuito en el crecimiento natural de los menores. El aprendizaje se realiza por medio de la experiencia progresiva, sin embargo, una película como Deadpool y Lobezno puede resultar un auténtico choque de trenes.
«Los niños necesitan construir conocimientos sobre qué es el sarcasmo, y por qué las personas lo utilizan para poder reconocer cuándo lo están usando contra ellos mismos», explicaba Penny Wexman, profesora de psicología de la Universidad de Calgary, y una de las autoras de un estudio sobre el tema publicado en la American Psychological Association (APA).
Los menores frente al humor negro
Otro de los ingredientes que aparece en Deadpool y Lobezno es el abundante humor negro. Este coincide con la comedia en situaciones trágicas y desagradables. Aborda temas inapropiados, considerados en muchos casos tabúes, como la muerte, la enfermedad, la violencia o la discriminación. Los niños tienden a interpretarlo mal, lo que deriva en situaciones de falta de respeto o empatía.
Si los menores no entienden el contexto, no serán capaces de sintonizar con la esencia de lo que el emisor pretende alcanzar con el uso del humor negro. Los diálogos de Deadpool son tan rápidos y punzantes que son difíciles de asimilar por la mente infantil de manera adecuada. Su comprensión depende de la madurez emocional, la cual es distinta en cada niño. Los ritmos de aprendizaje son diferentes en función del entorno. A medida que desarrollan habilidades cognitivas más avanzadas lo irán entendiendo mejor. Sin embargo, su inexperiencia en este campo les conduce irremediablemente a consecuencias impredecibles.
El lenguaje está unido a las emociones. Los diálogos de Deadpool son tan rápidos y punzantes que son difíciles de asimilar por la mente infantil de manera adecuada. Los niños tienden a interpretar mal el humor negro, lo que deriva en situaciones de falta de respeto o empatía
Un ejemplo de humor negro en la literatura infantil se encuentra en las obras de Roald Dahl. No obstante, el célebre autor de Charlie y la fábrica de chocolate y Matilda nunca olvidaba la ternura para describir a sus protagonistas. Era capaz de tejer historias repletas de ingenio, algunas de ellas provocativas, pero haciendo siempre las delicias del público más joven. Planteaba un humor subversivo del cual extraía alguna lección en el propio texto. Por el contrario, Deadpool, aunque en ocasiones intenta ser conmovedor, esta no es razón suficiente para defenderlo como modelo a seguir. Y menos para ser disfrutado por parte del público infantil.
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