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Adicciones conductuales, cada vez comienzan antes

Adicción al trabajo, a las redes, al juego o al porno son comportamientos repetitivos que afectan a la vida diaria

Cuando pensamos en adicciones habitualmente las asociamos con sustancias estupefacientes, pero las adicciones comportamentales son igualmente negativas: son repetitivas, hacen perder el control y generan abstinencia, impactando en muchos ámbitos de la vida de la persona adicta.

Las adicciones comportamentales, también conocidas como adicciones conductuales o trastornos de control de impulsos, son patrones de comportamiento repetitivos y problemáticos que una persona realiza a pesar de las consecuencias negativas que pueden surgir. A diferencia de las adicciones químicas, como la adicción a las drogas o el alcohol, las adicciones comportamentales se centran en actividades o comportamientos específicos.

Adicción al trabajo, al juego o al porno son algunas de las adicciones conductuales con mayor prevalencia

Entrevistamos a Chiara Foschi, psicóloga general sanitaria, coordinadora del CTAC (Centro de Tratamiento de Adicciones Comportamentales de Barcelona) y terapeuta de adicciones comportamentales sobre la relación entre las enfermedades mentales y las adicciones conductuales; le preguntamos si son causa o efecto unas de otras, y responde que las conductas más introvertidas, aisladas y con falta de confianza son pautas que llevan a los individuos a encontrar recompensa por medio de adicciones comportamentales al ser una vía sencilla de obtener confort.

Mónica Fonseca, socióloga, gestora del CTAC y responsable comercial de Eulen Sociosanitarios de Cataluña indica que los jóvenes que tienen problemas de relación en el espacio físico y real, a veces, seleccionan sus amistades escogiendo a personas con las mismas adicciones, lo que genera un círculo cerrado entre iguales.

Chiara Foschi y Mónica Fonseca durante la entrevista. INÈDIT Agencia.

Estas adicciones comportamentales comparten características comunes con las adicciones químicas en términos de falta de control, búsqueda de gratificación inmediata e interferencia en la vida diaria. Pueden causar problemas significativos en la vida de una persona y, en algunos casos, pueden requerir tratamiento profesional para superarlas. El tratamiento puede incluir terapia cognitivo-conductual, soporte social y medidas para ayudar a las personas a controlar sus impulsos y desarrollar un estilo de vida más equilibrado.

¿Qué señales pueden ser observables?

Según Foschi, los chicos pierden el interés por las actividades que habitualmente les gustaban, o bien cuando se pierde la conciencia del tiempo que se ha pasado haciendo este comportamiento, todo lo cual provoca conflictos de convivencia en casa o en la escuela.

El papel de las familias es vital para el aprendizaje de la gestión emocional

Factores protectores y factores de riesgo

Un entorno familiar positivo y una red de amistades saludables son algunos de los factores protectores; si no hay apoyo familiar, o no existe interés en los estudios, el inicio de consumo de alcohol y otras sustancias son riesgos que vuelven a los individuos más vulnerables frente a adicciones conductuales. El papel de las familias es vital para el aprendizaje de la gestión emocional, de la gestión del estrés, porque si las emociones negativas no se gestionan las redes sociales o los videojuegos son vías de evitación y refugio, indica Foschi.

Acceso a la entrevista completa en nuestro canal YouTube. (catalán).

¿Qué papel tiene la escuela como prevención de estas conductas?

Mónica Fonseca responde que los educadores deben formarse primero para poder identificar estas patologías y ver de qué recursos dispone el centro o bien derivar a la familia a orientadores especializados que reeduquen a la persona. Un primer paso puede ser establecer pautas para las familias para mejorar las conductas del alumno con síntomas.

Las adicciones comportamentales tal vez formen parte de la conducta humana, pero ahora cada vez afectan a más personas, y estas son cada vez más jóvenes.

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