

Abuso de poder en los claustros, difícil denunciarlo
Denunciar una situación de abuso de poder puede ser traumático

Según datos del sindicato USTEC.STEs (Intersindical Alternativa de Catalunya, IAC), durante los primeros seis meses del año 2024 se han recogido 210 solicitudes de acoso dentro de los claustros de docentes en Catalunya. En 2023 se presentaron un total de 61 solicitudes, de las que sólo diez se aceptaron a trámite y al final prosperó una. Hablamos con el Colegio Oficial de Pedagogia de Cataluña (COPEC) y nos comentan que una de las principales consultas que reciben de los pedagogos en las escuelas es sobre situaciones injustas relacionadas con la falta de apoyo, tanto de la dirección como de la administración, en temas de conflicto con alumnos y/o familias y nos recuerdan que tiene en marcha un PUNTO LILA para situaciones abusivas o de acoso para las pedagogas y un Comité de Ética por situaciones de conflicto derivadas del ejercicio profesional. Este verano, en los medios de prensa nacional se han publicado cartas en las que profesores denunciaban situaciones insostenibles de abuso de poder por parte de la dirección del centro. Las evidencias indican que no es una situación ocasional o aislada, por ello entrevistamos a Iolanda Segura, responsable sindical del USTEC.STEs, para conocer mejor de qué herramientas disponen los docentes para defenderse ante direcciones abusivas y cómo denunciar una situación de acoso laboral en un centro escolar.
Pregunta: Iolanda, ¿cuál es el proceso para iniciar una denuncia de un docente hacia la dirección del centro?
Respuesta: Lo primero es exponer la situación por escrito y buscar los canales para que haya un registro de este primer escrito. Si el conflicto se da entre profesores, debe entregarse a la dirección del centro, pero cuando se trata de denunciar a la propia dirección del centro este paso no tiene mucho sentido porque no se va a resolver. Entonces debe elevarse a la inspección escolar. El principal problema es que las direcciones están muy protegidas por la administración y las inspecciones suelen dar la razón a las direcciones, excepto cuando se producen casos muy escandalosos y demostrables que pueden tener eco más allá de las paredes del propio centro. Deben ser hechos que vean, incluso, los alumnos y las familias, y que estas actitudes sean continuadas y sostenidas a lo largo del tiempo, solo entonces actúa la administración. El problema es que las situaciones de abuso suelen pasar en despachos o espacios donde solo están el docente denunciante y el director abusador.
P.: ¿Se sienten seguros los profesores a la hora de denunciar casos de abuso o sufren represalias?
R.: De 61 solicitudes por acoso que se presentaron en 2023, solo diez se aceptaron a trámite y una prosperó. Cuando se presentan estos protocolos, mientras no se acepten, la persona denunciante permanece en el anonimato. No obstante, cuando se admite a trámite, la persona dejar de estar en el anonimato porque se comunica al denunciado quien le ha interpuesto esta denuncia por acoso y, si no prospera, la persona denunciante queda totalmente expuesta a recibir represalias por parte de las direcciones denunciadas. Se genera una situación absoluta de desprotección y exposición de la persona denunciante, lo que puede empeorar la conducta abusiva de la dirección denunciada hacia el docente denunciante. Este año 2024 ya tenemos recogidas 210 solicitudes de acoso.
Los docentes denunciados están desprotegidos y expuestos ante la dirección denunciada
P.: ¿Qué reglamentos y decretos protegen y facilitan estas situaciones de abuso de poder en las direcciones de los centros?
R.: Precisamente, el «decreto de plantillas» (Decreto 39/2014) y el «decreto de direcciones» (Decreto 155/2010) propician estas conductas autoritarias, despóticas y abusivas por parte de las direcciones porque les dan el poder y les legitima. Estos dos decretos legitiman que las direcciones actúen como actúan, en vez de recoger y regular funciones docentes que sean de liderazgo positivo mediante prácticas democráticas.
Según la LEC, la dirección debe ser un gestor de las decisiones que se consensuen en claustro y, por tanto, la dirección debería velar para que estas decisiones consensuadas en claustro salgan adelante. Lo que sucede actualmente es que quien toma las decisiones en materia organizativa y en materia pedagógica es la dirección. Por tanto, el Proyecto Educativo de Centro es elaborado única y exclusivamente por la dirección y esta impone las normas de funcionamiento bajo sus criterios, imponiendo su Proyecto Educativo de Centro y las prácticas pedagógicas que se puedan desarrollar en el mismo. Si un docente se muestra crítico, aunque sea constructivamente, estas críticas no se aceptan y se convierte en una figura incómoda para la dirección.
Entrevista a Iolanda Segura, representante sindical en el USTEC.STEs en nuestro canal Youtube
Además, este «decreto de plantillas» junto con el «decreto de direcciones» avalan que no se acepten otras opiniones o críticas al Proyecto de Centro porque lo que dice la dirección va a misa, como si fuera gerente de una empresa privada y, por tanto, esto provoca que la dirección pueda actuar en contra de este docente porque no se adecua al Proyecto Educativo de Centro.
Las conductas abusivas están legitimadas por los conocidos «decreto de plantillas» y «decreto de direcciones»
El apoyo administrativo por medio de las herramientas legislativas ha favorecido que estas conductas se extiendan y se hagan habituales porque tienen el sustento legislativo detrás, al tiempo que se complica mucho denunciarlas. Tal situación invalida al docente, quien debe acatar la voluntad de la dirección, aunque esté en contra o sepa que las medidas aprobadas no favorecen a su grupo de alumnos. Esto genera baja calidad en la enseñanza, desmotivación y claustros que emiten mensajes negativos. No hay feedback. Estamos hablando de que queremos implicar al alumnado en su propio aprendizaje, pero en cambio estamos imponiendo una ley a nivel pedagógico y organizativo en los centros, lo que contradice mucho eso que realmente se nos está vendiendo en los centros públicos.
El curso escolar 2024-2025 está arrancando, así como un equipo político y administrativo nuevo en el Departament d'Educació. Hay mucho trabajo pendiente más allá de mejorar los resultados académicos, porque sin un buen ambiente de trabajo en los claustros es imposible construir un aprendizaje relevante y verdadero entre los alumnos.
Dónde informarse y buscar apoyo:
Sindicat USTEC.STEs.
Sindicat Professors Secundària.
Central Sindical Independiente de Funcionarios, CSIF.
Col·legi Oficial Pedagogia de Catalunya, COPEC.
Sin Comentarios