Rosa Sensat y la primera Bosque Escuela de España, 1914
La Escuela de Bosque de Montjuic
La aparición de las Escuelas Bosque, ahora conocidas como Bosque Escuelas, se remonta a principios del XX. Eran espacios especializados dedicados a la educación y salud de los niños, y siempre estaban situadas en entornos naturales. Su característica principal siempre fue y continúa siendo el contacto directo con el medio, una relación que favorece el estudio de la naturaleza y la introducción de contenidos de ciencia.
La primera Escuela Bosque en España abrió sus puertas en 1914 con el nombre de Escuela Bosque de Monjuic, en Barcelona. Rosa Sensat, pionera del mundo docente, fue la encargada de dirigir el proyecto, un proyecto de enseñanza que continúa siendo moderno e innovador después de más de 100 años.
Rosa Sensat, un referente universal
En 1912 Rosa Sensat recibió una beca de seis meses de la Junta para la Ampliación de Estudios. La finalidad era visitar una serie de escuelas de primaria europeas donde la enseñanza de las ciencias y el estudio del medio fuesen base esencial del desarrollo educativo.
En su viaje Rosa quedó profundamente fascinada con el modelo de enseñanza de Decroly (Bélgica), donde los niños trabajaban libremente en la naturaleza, recolectaban material, lo clasificaban e inventaban, como explica Rosa, en "una muestra evidente de espíritu de investigación y de estudio, y de que la enseñanza es viva y real." (Sensat Vilá, 1934: 9-1).
Dos años más tarde, en 1914, se ponía en marcha la Escuela de Bosque de Monjuit, concebida en un primer momento como un espacio al aire libre con fines curativos, un lugar natural para escolares con problemas de salud. Pero la llegada de Rosa Sensat como directora supuso un giro copernicano, y pasó de ser un centro de salud especializado a convertirse en una institución de enseñanza con vida escolar normal, solo que lejos de los muros de las aulas, al aire libre.
Para Rosa Sensat, "la Naturaleza es el ambiente más adecuado a la normal evolución del niño, asegurando el derecho que este tiene al aire puro, a la luz del sol, al agua, al ejercicio físico y a la libertad y alegría" (Sensat Vilá, 1921: 73 ). Es por lo tanto necesario aproximar todo lo posible el niño al medio natural que le es propio, a los espacios libres, jardines, campos de juego, y terrenos de cultivo, y cuando ello no sea posible, se procurará traer a las clases ramas, flores, frutos del campo, bulbos y semillas que se cultivarán en macetas, insectos, peces y ranas cuyas evoluciones podrán tener lugar en pequeños acuarios".
Dos ideas guiaron su concepción de la enseñanza
- La importancia de la armonía entre instrucción y medio natural:
"El medio es el campo, el espacio libre, lleno de sol y de luz, con amplias plazoletas, con jardines cuajados de flores, con profusión de árboles de gran variedad ( ... ) donde plantas silvestres e insectos muestran su gracia y su belleza natural" (Sensat Vilá, 1929a: 16).
- La actividad y participación del alumno a la hora de diseñar las tareas de enseñanza.
Para ello es imprescindible que el maestro proponga actividades que susciten interés en los alumnos y estén relacionadas con su entorno y pensamientos y nunca centrar la enseñanza en el aprendizaje memorístico.
"Hay escuelas donde aún se canturrean las tablas aritméticas y las provincias de España, muchas aún donde se aprenden las letras en carteles colgados en la pared, donde no se pasa al niño a la escritura hasta que no ha aprendido a leer, donde se señalan al alumno trozos de un libro que debe aprender de memoria para recitarlos al día siguiente. ¿No se ha dado cuenta el maestro de la tortura de un niño de nueve o diez años que va a la escuela cada día con el espíritu deprimido por no saberse la lección, no por falta de voluntad en el estudio, sino por la imposibilidad absoluta de retener y asimilarse aquello que no entiende, que no le interesa, que no tiene relación alguna con la realidad que vive y que le rodea? ¿No comprende que es exigir del niño un esfuerzo inútil durante las horas interescolares, que le rinde y le fatiga, imposibilitándole para toda actividad en la escuela?" (Sensat Vilá, 1934: 19-20).
Así fue cómo la primera Escuela Bosque de España evolucionó de ser un centro de salud especializado para niños a consolidarse como un espacio de enseñanza y acercamiento del medio natural a los alumnos, un proyecto que continúa siendo moderno y que prolifera poco a poco en España y todo el mundo como alternativa de enseñanza, un proyecto que encaja con la idea de Fournié (1928: 37) de que “más aire en los pulmones debería significar también más aire en los programas y en los horarios, más libertad en el pensamiento y acción de los niños.”
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