Hasta hace poco el éxito de los alumnos solo dependía de sus habilidades como estudiantes, pero los retos en la enseñanza del siglo XXI apuntan a la eficacia del profesorado y de los centros escolares como los auténticos responsables del éxito o fracaso de un alumno en su vida académica.

Hay muchos nuevos métodos de aprendizaje que pueden condicionar la experiencia del alumno en clase

Este nuevo enfoque exige a los profesionales de la enseñanza una implicación y un compromiso constante durante su vida laboral. Así como el alumno debe ser agente y colaborador de su propio aprendizaje, los profesores deben invertir en su formación y desarrollo de forma continua. Hay muchos nuevos métodos de aprendizaje que pueden condicionar la experiencia del alumno en clase: neurociencia, motivación, robótica, tecnologías, comunicación… Cada día aparecen nuevas exigencias que deben incorporarse a las habilidades docentes. Todos los profesores que están dando clases en la actualidad se formaron en magisterio o en ramas de la docencia con ejemplos de educación del siglo XX. Nadie les ha preparado para enfrentarse a nativos digitales que entienden de comunicación digital antes de aprender a hablar o a escribir.

Todos los profesores que están dando clases en la actualidad se formaron en magisterio o en ramas de la docencia con ejemplos de educación del siglo XX

Los roles de alumnos y docentes han cambiado en el aula. En el siglo pasado se pretendía que los estudiantes permaneciesen atentos y aprendieran todo lo que decía el profesor sin cuestionarlo, en estos momentos el profesor es un compañero más en el aprendizaje del alumno, y se fomentan aptitudes disruptivas en las que se pueda entender la realidad desde diferentes puntos de vista.

La formación del profesorado se considera una obligación profesional en 28 sistemas educativos europeos. En la mayoría de los países europeos esta obligación se recoge en la legislación y en algunos se refleja en los contratos laborales de los docentes o en los convenios colectivos. En Bulgaria, Eslovenia, Eslovaquia, España, Lituania, Portugal y Rumanía la formación permanente del profesorado es tanto una obligación como un prerrequisito para la promoción profesional y el acceso a aumentos salariales.

En algunos países europeos la formación es indispensable para seguir ejerciendo la docencia. En países como Austria o Bulgaria la participación en un mínimo de actividades de formación es un requisito para permanecer en la profesión docente y mantener la categoría profesional.

En algunos países europeos la formación es indispensable para seguir ejerciendo la docencia

No solo se fomenta la formación del profesorado para adquirir nuevos conocimientos sino para mejorar el trabajo colaborativo con colegas de profesión y compartir experiencias y metodologías. Al fin y al cabo la actividad de profesor es solitaria frente a los alumnos, siempre está en minoría y desventaja física respecto a la fuerza grupal de la clase.

Por todo ello, la necesidad de posgrados para profesores es una forma reglada y reconocida de ir mejorando en competencias lectivas específicas de máxima utilidad en el día a día del docente. La Universidad CEU Cardenal Herrera imparte posgrados de alto nivel con profesionales relevantes y con evidencias científicas a través de una metodología 100 % online como el método relearning.

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