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Los claustros estallan ante las direcciones totalitarias

Favoritismo, arbitrariedad y desprotección laboral en los centros educativos

Imagen realizada con IA por medio de ImagineArt

 

La noticia de un escrito firmado por 48 docentes del Instituto El Til·ler de Las Franquesas (Barcelona) ​​ha sido la gota que colma el vaso en una situación denunciada durante más de una década por los principales sindicatos de docentes en Catalunya.

La semana pasada, cuarenta y ocho docentes del claustro del Instituto El Til·ler de Las Franquesas denunciaban agresiones, presión psicológica e indefensión de los miembros del claustro de profesores ante la dirección del centro. El escrito publicado en muchos medios de prensa y en el Sindicato de Profesores de Secundaria (Aspepc-sps) es una realidad silenciada en muchos centros. Esta denuncia no ha sido la primera, otros institutos como Milà i Fontanals de Barcelona también denunciaron en su día la arbitrariedad de la dirección del centro.

¿Cómo llegar a ser director de centro educativo en Catalunya?

Para convertirse en director de un centro educativo en Catalunya es necesario ser funcionario de carrera con una experiencia docente mínima de cinco años, tener formación específica en funciones directivas y presentar un proyecto de dirección. El procedimiento de selección comienza por una convocatoria que hace la Administración Pública en la que los aspirantes presentan sus candidaturas y el proyecto de dirección de centro. Se establece una comisión de selección, formada por representantes de la Administración, del claustro de profesores y del consejo escolar del centro, que evalúa las candidaturas. En la fase de valoración y entrevista, la comisión de selección evalúa los méritos de los candidatos por medio del proyecto de dirección presentado y de una entrevista personal. Tras el nombramiento, el candidato seleccionado es nombrado director por un período de cuatro años, renovable por períodos de cuatro años, previa evaluación positiva de su gestión.

Para llegar a director de centro es necesario ser funcionario de carrera con una experiencia docente mínima de cinco años, tener formación específica en funciones directivas y presentar un proyecto de dirección

El proceso de selección se rige por la LEC (Ley de Educación Catalana) y decretos específicos que establecen los detalles del procedimiento: Decreto 155/2010, de 2 de noviembre (este decreto regula específicamente la dirección de los centros educativos públicos y el procedimiento de selección del director o directora), y el Decreto 39/2014, de 25 de marzo, que establece los requisitos de formación inicial y permanente del personal docente y equipos directivos. Este último es conocido como Decreto de Plantillas.

El Decreto de Plantillas hace posible una dirección todopoderosa, incuestionable y jerárquica que atribuye puestos de trabajo en función de las necesidades de control y poder de la dirección y no en respuesta a las necesidades educativas del centro.

Si llegar a ser director de centro es el resultado de una carrera docente exitosa y un proyecto de dirección aceptado por la administración y el claustro, ¿dónde está el problema que desvirtúa gravemente este cargo?

Para Iolanda Segura, representante del USTEC-STEs, sindicato de trabajadores de la enseñanza en Catalunya, el problema es la propia LEC (Ley de Educación Catalana, 2009), que entiende la educación con mirada de empresa, más cercana a los sistemas de titularidad concertada. Y sobre todo el conocido Decreto de Plantillas, que permite que los directores tengan poder absoluto sin necesidad del claustro, pues según este decreto el director puede elegir hasta el 50 % de la plantilla del centro según su propio criterio sin ninguna validación externa. Esto ha hecho posible que algunos directores hayan creado puestos a medida para gente de su entorno personal, puestos de trabajo en los centros para asegurarse de que firmarán y apoyarán sus propuestas, es decir, para asegurar su continuidad como directores. Según Iolanda Segura, esto ha roto la horizontalidad que enriquece las decisiones y el gobierno de las escuelas cuando se realiza con la participación de toda la comunidad educativa del centro. Esta situación no complica solo la labor de los profesores que no «acatan» las propuestas de la dirección, sino que va en detrimento de la oferta educativa equitativa de una misma zona geográfica porque las escuelas compiten entre sí para conseguir reconocimiento y más alumnos, en lugar de colaborar entre centros para construir conocimiento y una escuela abierta y plural.

David Rabadà, representante del Sindicato de Profesores de Secundaria en Catalunya (aspepc-sps), está en la misma línea crítica, cree que una ley que permite que los directores, buenos o malos, puedan abusar de su cargo con las consecuencias que estamos viendo debería cambiarse. «Hace años que avisamos que el Decreto de Plantillas está haciendo mucho daño y el Govern lo sigue manteniendo, por tanto, tenemos dos culpables: el Departament d'Educació y los directores que actúan como empresarios».

Los claustros, palabra que tiene su origen en claustrum, que significa «cerrado», es hora de que se abran y rompan los silencios «feudales» que llevan a muchos docentes a las bajas por depresión y al conocido síndrome burnout («quemado») que normalmente se asocia con la dificultad de gestionar la relación con los alumnos y las familias. Pero ¿cómo denunciar a tu director de centro sin perder tu plaza de docente en el mismo?

Más información:

Sindicat Professors Secundària, https://secundaria.info/portal/

Sindicat USTEC-STEs, https://www.sindicat.net/

Escrito original, https://secundaria.info/portal/?q=institut+til%C2%B7ler&searchsubmit.x=0&searchsubmit.y=0#

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