Estudio realizado en escuelas de EE. UU.

Muchas escuelas se han convertido de facto en proveedoras de salud mental para adolescentes, y la mayoría no están preparadas para la tarea. Esos son los resultados de un nuevo informe de la firma de investigación y consultoría EAB, publicado la semana pasada en la conferencia anual de la Asociación Estadounidense de Administradores Escolares.

Los estudiantes están luchando con un número creciente de problemas de salud mental, dice el informe de EAB. Las tasas de ansiedad, depresión e incluso de suicidio están aumentando entre los adolescentes, independientemente de su raza, origen étnico o ingresos familiares.

El 35 % de los jóvenes de 14 a 18 años tiene una crisis de salud mental al año, lo que incluye autolesiones, ideación suicida o intento de suicidio

Mientras tanto, la investigación muestra que es mucho más probable que los estudiantes busquen tratamiento para problemas de salud mental en la escuela que en una clínica comunitaria, si es que lo hacen. Solo la mitad de los estudiantes con una enfermedad mental tratable recibió atención clínica, según el informe de EAB, un problema tanto de estigma como de falta de acceso a la atención en muchas partes del país.

Ansiedad, depresión y suicidio aumentan entre los adolescentes, independientemente de su raza o ingresos familiares

Estas cifras ilustran la creciente demanda de los distritos escolares para afrontar estos desafíos. Y aunque las escuelas son un lugar lógico para que los estudiantes reciban servicios de salud mental, ya que casi todos los niños van a la escuela, el informe dice que las escuelas a menudo no cuentan con los recursos y la preparación necesarios para brindarles a los estudiantes lo que necesitan.

«En general, tenemos una escasez de profesionales de salud mental en este país», dijo el director gerente de EAB, Pete Talbot, en una entrevista con el portal Education Week. «Las escuelas han sido empujadas a esta posición, pero en realidad no cuentan con recursos. En muchos aspectos, es una tarea más no financiada».

Las escuelas no están identificando a los estudiantes con problemas de salud mental lo suficientemente pronto, dice el informe, ni están aprovechando las asociaciones con servicios externos o reintegrando adecuadamente a los estudiantes al aula después de haber tenido una licencia relacionada con la salud mental.

Además, las escuelas necesitan invertir más tiempo para combatir el estigma en torno a las enfermedades mentales, según el informe.

Las escuelas necesitan invertir más tiempo para combatir el estigma en torno a las enfermedades mentales

La pronta identificación del trastorno y del inicio de la atención son fundamentales, dice el informe, porque actuar solo después de que los estudiantes hayas sufrido una crisis de salud mental en toda regla no es bueno para ellos o para las personas responsables de su educación. Responder a una crisis es mucho más abrumador para los maestros y para el personal del distrito escolar que identificar a un estudiante desde el principio y conectarlo con la atención y los servicios que necesita. Además, los estudiantes que luchan con problemas de salud mental tienen problemas para prestar atención en clase, tienen más probabilidades de faltar a la escuela y también de abandonarla por completo.

El informe incluye cuatro recomendaciones principales sobre cómo se pueden abordar estos problemas en las escuelas:

• Usar opciones de tratamiento virtual como la telepsiquiatría para llenar los vacíos en áreas geográficas donde los servicios de salud mental son escasos.
• Tener un plan exhaustivo para reintegrar a los estudiantes a la vida escolar después de una ausencia relacionada con la salud mental.
• Crear sistemas de «alerta temprana» por medio de capacitaciones y asociaciones que ayuden al personal de la escuela a identificar a los estudiantes que lo necesitan.
• Realizar campañas continuas de concienciación sobre la salud mental durante todo el año.

Pero es la reintegración de los estudiantes que regresan de una estancia en el hospital psiquiátrico lo que Talbot ve como el principal punto débil de las escuelas.

Cuando los estudiantes regresan a la escuela, afrontan muchos desafíos académicos y sociales

«La analogía clásica es esta: un estudiante se rompe el brazo y todos quieren firmar su yeso y llevar sus libros a clase, pero con un estudiante que ha estado ausente por una razón de salud mental la gente puede no querer hablar de eso —dijo Talbot—. Y es muy fácil para ellos recaer».

De un 20 a un 30 % de los estudiantes requieren rehospitalización en el año posterior a una hospitalización inicial por un problema relacionado con la salud mental, según el informe.

El informe completo, que es la culminación de la investigación y los datos existentes, así como las conversaciones con más de 100 administradores de centros, se puede encontrar aquí: Are Districts the Nation's Adolescent Mental Health Care Providers? A Mandate to Support Seven Million Students in Crisis.

Leer el artículo original en inglés:

Schools Are the Main Source of Student Mental Health Care. Are They Ready?

By Arianna Prothero on February 13, 2020

Consultar el estudio completo

Fuente: 

The School Superintendent Association