La neurociencia permite entender mejor los trastornos del lenguaje
Distinguir comportamientos típicos y atípicos en niños de 0 a 3 años sigue siendo un reto de la neuropediatría
El proceso de desarrollo neurológico en la infancia establece los pilares fundamentales para el funcionamiento cerebral a lo largo de toda la vida. En este sentido, las V Jornadas Neurocientíficas y Educativas, organizadas por la Fundación Querer los días 6 y 7 de mayo, han destacado la importancia de comprender y abordar los desafíos que plantean los trastornos del neurodesarrollo, como el autismo.
El cerebro humano es el que tarda más en desarrollarse
Y es que, según el Dr. Óscar Marín, Director del MRC Centre for Neurodevelopmental Disorders y del Centre for Developmental Neurobiology, "El cerebro humano es el que más tiempo necesita para desarrollarse y formarse”, en comparación con otras especies pues necesitamos al menos 20 años para completar el desarrollo. La infancia y la adolescencia, consideradas periodos críticos en el desarrollo cerebral son momentos cruciales “que establecen las bases para el funcionamiento cerebral a lo largo de toda la vida”, apunta el Dr. Marín.
Reportaje con entrevistas a ponentes en las V Jornadas Neurocientíficas y Educativas de la Fundación Querer, en Madrid. Fuente: INÈDIT AGENCIA
Si bien el Dr. Marín señala que el ambiente o entorno en el que crecemos tiene una influencia considerable en nuestro desarrollo neuronal, también es sabido que el cerebro humano se caracteriza por su adaptabilidad, lo que conocemos como “plasticidad neuronal”. Ello abre nuevas posibilidades a la hora de minimizar el impacto de los síntomas de algunos trastornos del neurodesarrollo como es el caso del Autismo.
La investigación científica estudia cómo aumentar la plasticidad cerebral de los niños y niñas con trastornos del neurodesarrollo, lo que minimizaría el impacto de algunos síntomas como la hipersensibilidad sensorial, ansiedad o retraso
Al respecto, el Dr. Carlos Portera-Cailliau, Profesor de Neurobiología y Neurología de la Universidad de California, nos explica que “en muchos laboratorios se está investigando cómo intervenir para que en los circuitos las neuronas se puedan adaptar a nuevas situaciones, y en enfermedades en las que la plasticidad está reducida pues aumentarla, para que el niño o niña pueda reducir los síntomas, ya sea hipersensibilidad sensorial, ansiedad o retrasos”, señala.
Pero, ¿qué diferencia a un cerebro sano de uno afectado por trastornos del neurodesarrollo? Según la Dra. Noelia Moreno Acero, Neuropediatra en la Fundación Querer, estos trastornos son “un conjunto muy heterogéneo de condiciones que están caracterizadas por una dificultad o alteración en la adquisición de determinadas habilidades del neurodesarrollo, como puede ser a nivel motor, cognitivo, social o del lenguaje”.
La intervención temprana es fundamental en estos casos, puesto que como bien recuerda la Dra. Moreno, aunque estos trastornos se diagnostiquen desde la infancia “su evolución es crónica, es decir, que se desarrollan a lo largo de toda la vida “. El desarrollo en las edades de 0 a 3 años es especialmente determinante; si bien en él es difícil diferenciar comportamientos típicos de los atípicos, hacerlo implica poder intervenir en el desarrollo del niño y ofrecerle recursos que necesita y que pueden mejorar su adaptación al entorno a lo largo de su vida.
Estas jornadas resaltan la importancia de la colaboración entre profesionales médicos, educadores y familias para la prevención y detección precoz de los trastornos del neurodesarrollo. El desarrollo neurológico infantil requiere comprensión, atención y acción.
Fuente: Inèdit Agencia
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