La comunidad argentina en Barcelona organiza una marcha en apoyo de la educación pública y gratuita
Falta de financiación e inflación ponen en emergencia a las universidades argentinas
La educación pública en Argentina se enfrenta a un desafío monumental: la falta de financiamiento que amenaza con socavar los cimientos de un sistema que ha sido históricamente un pilar del desarrollo y la equidad en el país. La reciente movilización, encabezada por diversos actores sociales y políticos, ha puesto de relieve la urgencia de abordar esta crisis presupuestaria que afecta a las universidades nacionales.
La reclamación, liderada por rectores, docentes, graduados y alumnos, ha trascendido las fronteras partidistas y ha encontrado apoyo en distintos sectores de la sociedad argentina. La consigna principal de la jornada, «En defensa de la educación pública», resuena como un grito unificado que exige una respuesta contundente por parte del gobierno y de la sociedad en su conjunto.
Acceso a la noticia y a las entrevistas a manifestantes argentinos en las calles de Barcelona. Fuente: INÈDIT AGENCIA
Esta reclamación también ha trascendido las fronteras entre países, encontrando eco en distintas partes del mundo donde se encuentran comunidades argentinas. En Barcelona, los argentinos migrantes se suman a esta lucha en apoyo a toda la comunidad educativa en Argentina.
Una marcha internacional
El mismo día de la marcha histórica en el país sudamericano, una manifestación multitudinaria congregó a ciudadanos argentinos en Barcelona frente a su consulado, demostrando su apoyo y solidaridad hacia la lucha que se desarrolla en su país natal por la defensa de la educación pública. La decisión del gobierno argentino de mantener congelado el presupuesto para las universidades, en medio de una inflación que ha reducido su valor en un 70 %, ha desencadenado una respuesta masiva en la población, que ha dejado de lado las diferencias políticas para marchar bajo una misma bandera y por un propósito común: la defensa de la educación pública argentina.
«Hoy nos hemos reunido en defensa de la universidad pública, nacional y gratuita, para todos los ciudadanos de nuestro país. Nos reunimos para defenderla, para apoyarla», afirmó una de las integrantes de la organización «Argentinxs Migrantes». La preocupación se centra en el futuro de las universidades argentinas, ya que la falta de presupuesto podría llevar al cierre de estas instituciones en los próximos meses.
La situación en Argentina es alarmante, con un aumento significativo en la pobreza que afecta a casi el 60 % de la población. Además de la crisis económica, el desmantelamiento de la red educativa pública se suma a otras medidas implementadas por el gobierno, como la reducción del 40 % de las pensiones y el incremento del 70 % en el precio de los medicamentos.
La respuesta de la comunidad argentina en Barcelona refleja su determinación para defender los derechos y valores que consideran fundamentales. «Lamentablemente, nos estamos acostumbrando a tener que defender compromisos que pensábamos que ya habíamos alcanzado. Hoy es la educación, mañana podría ser otro derecho», concluyó una de las manifestantes.
Universidades en peligro
La falta de presupuesto para las universidades nacionales ha generado una situación de emergencia que no puede ser ignorada. Las alertas se han sucedido desde principios de año, cuando las instituciones educativas comenzaron a advertir que los fondos disponibles no serían suficientes para mantener el funcionamiento adecuado a lo largo del año académico. La Universidad de Buenos Aires (UBA), la más grande del país, incluso se declaró en emergencia presupuestaria.
El impacto de esta falta de financiamiento se ha hecho sentir de diversas formas. Desde la oscuridad por falta de luz eléctrica en los edificios universitarios hasta los recortes en becas, pasando por la reducción en la realización de cirugías en los hospitales universitarios. La falta de recursos no solo afecta a la calidad de la educación, sino también a la atención médica y la investigación científica, poniendo en riesgo el futuro de toda una generación de estudiantes y profesionales.
Los gastos de funcionamiento estaban estancados desde el año anterior, pues al inicio de este año 2024 se prorrogó nominalmente el presupuesto de 2023. Este panorama se agrava al considerar que la UBA ya había utilizado el 42 % del presupuesto asignado en los dos primeros meses del año, lo que sugiere que, de no mediar ampliaciones adicionales, las universidades se enfrentarán a dificultades para cumplir con sus funciones en la segunda mitad del año. Además, el impacto de estos recortes se ha extendido a los institutos y hospitales dependientes del presupuesto universitario, con transferencias de partidas a hospitales universitarios que han experimentado una caída del 72 %, según datos relevados por ACIJ.
El intento del gobierno por desarticular o disminuir la movilización no ha logrado detener el creciente malestar en la comunidad universitaria. Los aumentos anunciados para calmar las aguas han sido considerados insuficientes por quienes están en la primera línea de esta lucha. La propuesta de aumentar un 70 % los gastos de funcionamiento a partir de mayo, sumada a una partida extraordinaria para los hospitales universitarios, no ha logrado atemperar la fuerza de una reclamación que exige respuestas más profundas y sostenidas en el tiempo.
La movilización, lejos de ser una expresión partidista, se presenta como un llamamiento unificado por la defensa de un derecho fundamental: el acceso a una educación pública, gratuita y de calidad. La transversalidad de esta protesta incomoda al gobierno de Mileli, que se enfrenta a un desafío político y social de gran envergadura.
El pueblo unido por una lucha común
Las palabras del Premio Nobel de la Paz antes de la marcha, Adolfo Pérez Esquivel, resuenan con fuerza: «Si te dicen que no hay plata para la educación acuérdate de que están gastando cientos de millones de dólares de nuestros impuestos en comprar aviones caducos para buscar la guerra en otras latitudes».
Su llamamiento a los jóvenes argentinos para que se sumen a la manifestación en defensa de la educación pública refleja la importancia de esta lucha para el futuro del país. La educación, como señala Pérez Esquivel, es un derecho humano fundamental que debe ser protegido y promovido por el Estado: «Lo hicimos y lo hacemos con nuestro trabajo e impuestos. Me gradué de la Escuela de Bellas Artes de la UNLP y estoy orgulloso de ser profesor de la UBA desde hace décadas. No hubiese podido hacerlo si no hubiera nacido en la Argentina, y eso es gracias a una política de Estado sostenida», enfatizó.
La marcha universitaria no solo es una reclamación por un presupuesto justo para las universidades nacionales, sino también un llamamiento a la sociedad argentina para que defienda un sistema educativo que ha sido y sigue siendo un motor de desarrollo y progreso para el país. «La educación nos salva y nos hace libres», como señala el documento que firmaron todos los directivos de las universidades nacionales, y que leyó la presidenta de la Federación Universitaria Argentina (FUA), Piera Fernández de Piccoli, al final de esta marcha histórica.
Fuente: Inèdit Agencia.
Sin Comentarios