Greta Thunberg: la joven que despertó al mundo
De manifestante solitaria a líder mundial
«Nuestra casa está en llamas»: son las palabras de la joven sueca Greta Thunberg en el foro económico de Davos. La Tierra (nuestro hogar) vive asfixiada por la acción humana, y todos somos conscientes de ello, pero pocos se atreven a alzar la voz. La de Thunberg es una de esas voces, que reverbera y se multiplica hasta alcanzar las conciencias de miles y millones de jóvenes de todo el mundo. Lo vimos en 2019 cuando más de 2 millones de jóvenes en 123 países alrededor del globo se movilizaron para exigir actuar «ya» contra el cambio climático. Esta es la causa que abandera Greta Thunberg, quien desde los 15 años no ha dejado de exigir a los gobiernos y a los individuos que asuman su parte de responsabilidad y actúen en consecuencia.
En un mundo capitalista dominado por el hiperconsumismo y en el que la contaminación en todas sus formas es el deporte favorito de los países desarrollados y en desarrollo, un mundo donde las promesas de parar el cambio climático por parte de los gobiernos no dejan de ser papel mojado, Greta Thunberg se alza como una figura emblemática y un faro de esperanza para muchos.
Detienen en Londres a Greta Thunberg por protestar contra la industria petrolera
Thunberg ya ha alcanzado los 20 años, y a pesar de su temprana edad esta activista medioambiental sueca ha dejado una huella imborrable en la lucha por un futuro más sostenible. Su compromiso, pasión y determinación son inquebrantables; muestra de ello es la actividad de protesta y desobediencia civil que lleva a cabo desde hace 6 años, asumiendo con ello todos los riesgos y consecuencias. Su acción más reciente ha sido la protesta contra la industria petrolera durante la celebración del Foro de Inteligencia Energética londinense (EIF, por sus siglas en inglés). Junto a un centenar de personas, la activista se manifestó ante el hotel en el que se llevaba a cabo dicho evento, y en el que participaban compañías energéticas como Aramco, BP o Cepsa.
Las consecuencias del uso de combustibles fósiles en el mundo son catastróficas y de sobra conocidas: el calentamiento global acelerado, la contaminación del aire y del agua, la degradación de ecosistemas naturales, la amenaza a la biodiversidad y la dependencia económica de fuentes de energía no sostenibles. Por ello, los manifestantes hicieron un llamamiento urgente a la transición hacia fuentes de energía limpias y renovables para mitigar los daños y asegurar un futuro más sostenible. Exigieron dejar de sacar beneficio económico de las operaciones que emplean combustibles fósiles, que han originado la muerte y el sufrimiento de miles de personas.
A Thunberg la protesta en Londres le costó soportar una nueva detención. Junto con más de una decena de activistas, la joven sueca fue esposada y arrestada, en aplicación de la polémica Ley de Orden Público impulsada por la secretaria de Interior Suella Braverman, una de las más restrictivas de Europa. De hecho, no es la primera vez; anteriormente ya fue detenida en varias ocasiones por participar en protestas ecologistas. Este año ya van tres: la primera fue en enero en una manifestación alemana contra la demolición del pueblo de Luetzerath para hacer sitio a una mina de carbón, y la segunda fue en marzo de este mismo año durante una manifestación por los derechos de la comunidad sami en Noruega.
Greta en la infancia
Desde su juventud, Greta ha destacado como una voz incansable en la concienciación sobre el cambio climático. A los 8 años escuchó por primera vez hablar sobre el calentamiento global y se preguntó por qué no se hacía más al respecto. A los 11 fue diagnosticada con síndrome de Asperger, trastorno obsesivo-compulsivo y mutismo selectivo. A pesar de sus hándicaps, considera su condición como un «superpoder» que la impulsa a la acción. En referencia a su mutismo, en uno de sus primeros discursos comentó que esta es una condición que solo le permite hablar cuando es necesario: «ahora es uno de esos momentos», señaló.
251 días de huelga escolar por el clima
Greta saltó a la fama en 2018 cuando comenzó a faltar a la escuela todos los viernes para protestar frente al Parlamento sueco; no faltó ningún día a la cita, 251 semanas de movilización hasta que logró graduarse en junio de 2023. Esta acción, a la que llama «Fridays for Future», inspiró a millones de jóvenes en todo el mundo a unirse a las huelgas climáticas; el punto de inflexión lo marcó la manifestación global que tuvo lugar el 15 de marzo de 2019.
«Ahora es el momento de hablar con claridad, ahora es tiempo de desobediencia civil»
En sus discursos apasionados, Greta no duda en hablar con claridad a los líderes políticos y las asambleas legislativas, instándolos a tomar medidas inmediatas para abordar la «crisis climática»: «Ahora no es el momento de hablar cortésmente o centrarse en lo que podemos o no podemos decir. Ahora es el momento de hablar con claridad, ahora es tiempo de desobediencia civil», declaró en 2019. Greta en sus discursos insiste en que la generación actual de adultos es responsable del cambio climático y que es esencial escuchar a los científicos.
A lo largo de estos años, Greta se ha enfrentado a desafíos significativos. Además de las detenciones, también ha sido sancionada con 90 multas diarias de 50 coronas suecas, lo que asciende a cerca de 400 euros, acusada de delitos de desobediencia civil por un tribunal sueco; y organizaciones y políticos la han insultado y despreciado, aludiendo a su condición de menor de edad, de persona con Asperger, o señalando el estatus económico de su familia. Encontramos entre los más polémicos los comentarios del expresidente de Estados Unidos, Donald Trump; los del presidente de Rusia, Vladímir Putin; o la aversión expresada por el presidente brasileño, Jair Bolsonaro.
La misión de Greta
El compromiso de Greta Thunberg va más allá de las protestas. Ha navegado a través del Atlántico en un velero para hablar en la ONU y ha publicado un libro titulado Nadie es demasiado pequeño para marcar la diferencia, cuyos beneficios están destinados a obras de caridad. Su influencia se ha extendido por todo el mundo, y se la reconoce como una líder de la próxima generación, algo que ratificó la revista Time al escogerla como personalidad del año 2019. Un año después, el 3 de septiembre de 2020, se estrenó en el Festival de Cine de Venecia el documental I am Greta, dirigido por Nathan Grossman. Es innegable su impacto a nivel mundial, incluso algunos medios hablan del efecto Greta Thunberg. Igual que respalda su lucha y argumentos en la ciencia, Thunberg es recíprocamente apoyada por los científicos; en la marcha del 15M contó con el apoyo de 12 000 científicos alemanes, suizos y austríacos.
«Son los sufrimientos de muchos los que pagan el lujo de unos pocos»
Asimismo, dedicó todo un año al activismo, pausando con ello su escolarización para hacer llegar su mensaje de alerta a todos los rincones. Una vez terminada su escolarización en estudios superiores de secundaria Thunberg ha explicado que continuará con las huelgas de los «Fridays for Future», pero ya no serán escolares, sino simplemente huelgas. Desde el primer día, la joven no dejó de reclamar más acción climática frente a lo que considera «blablablá», es decir, excusas que retrasan las políticas necesarias para frenar las emisiones de gases de efecto invernadero, culpables del calentamiento global. Al respecto, Thunberg defiende que el objetivo de la Unión Europea de reducir las emisiones de CO2 en un 40 % es insuficiente, pues debe ser el doble, un 80 %. Tal como están las cosas, considera que el margen de 1,5 ºC fijado por los científicos para no sobrepasar los límites tolerables por la humanidad se alcanzará antes de lo previsto: «Nuestra biósfera se está sacrificando para que las personas ricas en países como el mío puedan vivir de lujo. Son los sufrimientos de muchos los que pagan el lujo de unos pocos», denunció en la COP24.
Thunberg es doblemente doctora honoris causa
Recientemente, Greta Thunberg recibió el título de doctora honoris causa en Teología por la Universidad de Helsinki (Finlandia). Esta distinción destaca su enfoque en los problemas centrales de la humanidad, como el cambio climático, la pérdida de la naturaleza y las guerras, y reconoce su valentía y su influencia en la sociedad. También, 2 años antes, la Universidad de Mons (Bélgica) le otorgó la misma distinción honorífica.
A pesar de los desafíos y las críticas, Greta sigue siendo una voz poderosa en la lucha contra el cambio climático. Entre sus reivindicaciones de este año destacan la desinversión en proyectos nuevos y actuales de combustibles fósiles, el reparto equitativo de la carga entre la sociedad, la inversión en proyectos comunitarios de energías renovables y el pago de indemnizaciones a las comunidades afectadas por la crisis climática.
«La esperanza no vendrá de los gobiernos ni de las grandes corporaciones, sino de las personas, que están empezando a despertar»
En un momento en que los gobiernos y las corporaciones son criticados por su falta de acción, Greta Thunberg nos recuerda que el verdadero poder pertenece a la gente: «La esperanza no vendrá de los gobiernos ni de las grandes corporaciones, sino de las personas, que están empezando a despertar», dijo en la COP25 que se celebró en 2019 en Madrid. Su mensaje no conoce fronteras, la lucha por un mundo más sostenible continúa, y Greta Thunberg lidera el camino.
Fuentes:
https://www.bbc.com/mundo/articles/c4nld82l6zmo
https://www.nytimes.com/2023/06/10/world/europe/greta-thunberg-graduates-activism.html
https://www.linkedin.com/pulse/exageramos-con-las-emisiones-de-co2-jaume-josa-i-pons/
https://theobjective.com/cultura/2021-11-16/greta-thunberg-pelicula/
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