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Fisioterapia para niños

Desarrollo y crecimiento sanos

A menudo, cuando hablamos de fisioterapia lo que nos viene a la cabeza son los ejercicios de rehabilitación o los masajes para las personas adultas que tienen o están en riesgo de desarrollar problemas de movilidad. No obstante, no solemos tener en cuenta a los niños en este caso, porque se tiende a pensar que cuanto más joven más sana es una persona.

Cuando hablamos de la fisioterapia aplicada a los niños (también conocida como fisioterapia pediátrica) no nos referimos a adaptar la fisioterapia adulta para ellos, sino que se trata de otra disciplina distinta que estudia las particularidades del desarrollo físico, psíquico y social de los niños y conoce las diferentes patologías que pueden llegar a padecer, lo que hace que su aplicación sea completamente diferente a la fisioterapia para adultos.

De hecho, una de las principales características que presentan los tratamientos aplicados desde la fisioterapia pediátrica es que deben incluir el juego como herramienta para motivar y conseguir que el niño tenga un papel lo más activo posible dentro del proceso de tratamiento.

El juego es una de las principales herramientas para motivar a los niños durante el tratamiento fisioterapéutico

A veces, la fisioterapia es la principal medicina que necesitan los niños: una caricia, un abrazo o un masaje. El contacto físico con el bebé es, en muchas ocasiones, la fórmula mágica para resolver determinados contratiempos de salud. Por lo general, basta tocarlos con cariño y seguridad para calmar su llanto, pero en algunos casos resulta fundamental contar con la ayuda de un fisioterapeuta especializado. Desde la fisioterapia aplicada al ámbito de la pediatría se puede incidir tanto en la prevención como en el tratamiento de patologías.

La fisioterapia pediátrica puede incidir tanto en la prevención como en el tratamiento de patologías

Sin embargo, la fisioterapia infantil habitualmente se realiza para tratar a niños con patologías neurológicas y para tratar todos aquellos trastornos que limiten la relación del niño con el entorno. En estos casos, los tratamientos van encaminados a restablecer las funciones dañadas y a guiar al niño durante su desarrollo motor.

Existen varios tipos de fisioterapia, que dependiendo del caso pueden aplicarse de manera conjunta o solo centrándose en un tipo de ejercicios:

  • Fisioterapia respiratoria. Ayuda a prevenir y a curar infecciones respiratorias muy comunes en niños pequeños como la bronquiolitis, la neumonía, el asma o la acumulación continua de mucosidad. Esta terapia se basa en la instauración de un buen patrón respiratorio para una buena oxigenación del cuerpo, y en el drenaje de secreciones para ayudar a limpiar esas vías que, en el peor de los casos, pueden haber sido obstruidas y, por ello, pueden colapsar, incluso, parte del pulmón.
  • Neurofisioterapia. Este tipo de fisioterapia está indicada para niños con daños cerebrales de cualquier tipo y, también, para bebés en los que se detecte cierto retraso en su interconexión neuronal. Si no se da la vuelta solo, no gatea o no repta cuando ya debería haber empezado a hacerlo de forma espontánea, la fisioterapia puede ser una solución.
  • Fisioterapia traumatológica. Está orientada a tratar problemas traumatológicos, desde deformaciones vertebrales congénitas o provocadas por el parto hasta cualquier tipo de acortamiento muscular, como la tortícolis.

Asimismo, esta disciplina también está indicada para mejorar la calidad de vida de cualquier niño (independientemente de si tiene alguna patología o no), ya que ayuda a potenciar el desarrollo psicomotor, la fuerza muscular, la estabilidad y los movimientos articulares.

La fisioterapia está indicada para mejorar la calidad de vida de cualquier niño

De hecho, existen estudios que apuntan a que el masaje infantil provoca una serie de cambios fisiológicos y orgánicos que benefician al bebé o niño: mejora las funciones básicas del organismo, favorece el sueño y fomenta la relajación, además de que mejora el vínculo afectivo entre padres e hijos.

El masaje mejora el vínculo afectivo entre padres e hijos

En este caso, la familia juega un papel primordial, por eso a menudo también se enseña a los padres a repetir los ejercicios en casa, para así garantizar un buen desarrollo del menor, ya que en sus primeros años de vida se forman las habilidades más importantes de un ser humano, tales como la coordinación motora, la inteligencia cognitiva, la destreza lingüística y la interacción social, las cuales actúan de manera fundamental en su conexión con el mundo que le rodea y con las actividades con las que se siente más a gusto. De igual forma, la fisioterapia fomenta el desarrollo psicológico de los niños y ayuda a mejorar la atención, a aumentar la autoestima y a centrarse en el aprendizaje.

No cabe duda de que la piel es el tejido más grande del cuerpo humano, y a través de él se transmiten muchos mensajes al cuerpo, de aquí la importancia de esta disciplina, que logra subsanar partes del cuerpo a través del contacto físico.


 

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