Educar en resiliencia climática
El Delta del Ebro es nuestra zona cero que inspira la transición ecológica
A veces sentimos el cambio climático como algo lejano a nuestra realidad. Sin embargo, se trata de un sentimiento, pero no de una verdad: el Delta del Ebro, en Tarragona, está considerado una de las zonas más vulnerables ante el cambio climático en Europa, es la zona cero que nos avisa de muchos problemas ambientales que sufrirán otros ecosistemas en los próximos años. Cataluña puede perder el 60 % de las playas y construcciones cercanas a ellas por los fenómenos climáticos extremos, como inundaciones y tormentas.
Los deltas son ecosistemas muy vulnerables y sobre todo las zonas de desembocadura en las playas, porque les afectan varios factores como la subida del nivel del mar, la sequía, los embalses y la contaminación que llega a las aguas del río. Todo esto requiere actuaciones educativas más allá de las aulas. Hay que formar a las empresas, los políticos y la ciudadanía en general para que entiendan que podemos actuar de diversas maneras ante el cambio climático; esto se llama resiliencia climática, según explica Carles Ibáñez, director de la Línea de Cambio Climático de Eurecat y director científico del Centro en Resiliencia Climática. Ibáñez afirma que el Delta del Ebro es como nuestra zona cero porque nos anticipa todos los problemas medioambientales que sufrirán las costas en los próximos años ocasionados por el cambio climático.
Vivimos un momento de transición ecológica, según la Unión Europea, lo que implica desarrollar resiliencia climática, es decir, crear soluciones imaginativas con tecnologías y cambios de comportamientos de la sociedad hacia un modelo basado en una economía sostenible. Eurecat celebra el aniversario de la creación del Living Lab Ebre, un laboratorio que actúa mediante un enfoque científico y multitecnológico integral para la adaptación y mitigación de los efectos del cambio climático.
Acceso a la entrevista completa a Carles Ibáñez, dir. Centro Resiliencia Climática de Eurecat, en Amposta, Tarragona
¿Cómo abordar el cambio climático en el aula?
Según Ibáñez, es necesaria más formación del docente y más material formativo para difundir las herramientas de que disponemos y arraigar nuevos comportamientos en los ciudadanos del futuro desde la escuela. Educar en resiliencia climática significa fomentar las actividades creativas que podemos realizar para salir reforzados de la transición ecológica en que vivimos. Es una cuestión grave y seria, pero no debemos transmitir impotencia y estrés a los niños, que ya reciben impactos mediáticos suficientes acerca de catástrofes apocalípticas. Los niños deben trabajar como agentes activos del cambio climático, no como víctimas de él. La victimización frente a los fenómenos naturales puede tener efectos negativos en el desarrollo cognitivo, emocional y social de los alumnos.
Los niños deben trabajar como agentes activos del cambio climático, no como víctimas de él
Living Lab Ebre acaba de cumplir un año de vida y pretende llegar a formar a muchas personas, instituciones y empresas en los impactos del cambio climático en ecosistemas cercanos. Se requieren soluciones multitecnológicas para problemas multisectoriales, porque si hablamos de clima y naturaleza, también hablamos de salud, economía, turismo, nutrición, tecnología y big data, y en general, de cómo sobrevivir en nuestro amenazado hábitat.
Más información:
Centro de Resiliencia Climática
EURECAT, Centro Tecnológico de Catalunya
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