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«Un mundo aparte», la educación en comunidades en crisis

Por medio de la sonrisa se abordan temas sociales de actualidad

Un mundo aparte, dirigida por el cineasta italiano Riccardo Milani, se convirtió en el filme más visto en su país en 2024. La historia, ambientada en un pintoresco pueblo del Parque Natural de los Abruzos, tiene como protagonista a un profesor que termina trabajando en una pequeña escuela rural. Milani, desde una perspectiva cómica, aprovecha este contexto para abordar temas como la despoblación, la educación y el fenómeno migratorio, tres cuestiones de gran relevancia en la Europa actual.

Sinopsis

Tras 40 años enseñando en Roma, Michele logra cumplir su sueño de trabajar en una pequeña escuela rural en el Parque Nacional de los Abruzos. Allí, con el apoyo de la directora Agnese y sus alumnos, se adapta rápidamente a la vida en la comunidad. Sin embargo, la calma se ve interrumpida por la noticia de que la escuela cerrará al final del curso por falta de estudiantes. Michele se embarca entonces en una carrera a contrarreloj para salvar el colegio. A medida que lucha contra la burocracia y el desinterés, descubre el poder de la unión y la importancia de preservar un lugar lleno de vida y aprendizaje.

Michele es la representación del profesor veterano desilusionado con el sistema educativo de las grandes ciudades, especialmente por la presencia de alumnos difíciles y contestatarios, más preocupados por el móvil que por aprender en el aula. En contraste, Agnese representa a una escuela rural que afronta grandes problemas para mantenerse abierta.

Enlace a la entrevista completa a Riccardo Milani, director de la película,

Enlace a la entrevista completa a Riccardo Milani en nuestro canal Youtube.

Un mundo aparte, a tan solo una hora y media de Roma

Abruzos ha sido denominada la «Región Verde de Europa» debido a sus tres parques nacionales, su parque regional y sus 38 áreas protegidas, las cuales representan el 33 % de su superficie. La región se encuentra en el centro de la península italiana, frente al mar Adriático, y se extiende a lo largo de 150 km de playas y acantilados. Su cercanía con Roma, a poco más de una hora y media en coche, la convierte en uno de los destinos turísticos principales del país, especialmente para aquellos que desean huir del calor de la capital durante los meses de verano. Sin embargo, en invierno, la vida en estos pueblos es muy dura, sobre todo debido a la despoblación.

Riccardo Milani conoce bien esta región, cuyos habitantes parecen vivir en un mundo paralelo. La escasa natalidad y la fuga de la población más joven en busca de mejores oportunidades han empeorado la situación en los últimos años. A esta cuestión se ha sumado el fenómeno migratorio, cuya dinámica está cambiando el perfil de estos pueblos montañeses.

Asimismo, el cineasta reconoce que en Roma tiene la sensación de que a las instituciones no les importa lo que ocurre en los Abruzos. Para la mayoría, se trata de una zona para pasar los períodos vacacionales. De hecho, algunos tienen segundas residencias allí, a las que acuden en contadas ocasiones. Milani se siente satisfecho por la repercusión de su nueva película, al comprobar que muchos espectadores se han identificado con los personajes, ya que no son pocos los que tienen raíces familiares en estos pueblos.

La educación en «estado de emergencia»

La comedia es un género muy efectivo para transmitir conceptos importantes. Uno de ellos es el que concierne a la educación, la cual, según el director, se encuentra en una situación de emergencia en toda Europa. Las escuelas rurales son el último bastión del futuro en estas pequeñas comunidades.

El colegio retratado en el filme, con el curioso nombre de Instituto Cesidio Gentile, conocido como Jurico, cuenta con una única aula donde se agrupan niños de 7 a 10 años, lo que implica diferentes niveles de enseñanza. Sin embargo, según la administración, este número de alumnos no es suficiente para mantener las puertas abiertas. Por ello, la directora, con la ayuda de los profesores y otros habitantes del pueblo, decide urdir un plan para alcanzar el cupo exigido por el ministerio.

El método para salvar estos centros con menores migrantes no es una invención de la película: es una realidad que está ocurriendo en Italia desde hace algún tiempo. En este país transalpino, varios pueblos han recurrido a esta fórmula para «engañar» a los funcionarios que solo ven a los alumnos como un número más. En el guion se sugiere que, para Roma, lo que ocurre en aquellas aulas es pura estadística.

Riccardo Milani es un director que, a lo largo de su filmografía, ha buscado contar la historia de su país sin pretensiones y, de forma habitual, mediante la comedia. En su nueva propuesta hay un curioso desarrollo que abraza cierto «realismo mágico» en varias de sus escenas. Además, otra de las constantes de sus obras es la humanidad que destilan. De hecho, se aleja de la mirada dramática a la que el cine sobre educación nos ha tenido acostumbrados en los últimos años. Milani opta por una historia bienintencionada, pero sin renunciar a un trasfondo de gran relevancia. Su objetivo es llegar al corazón del público de todas las edades.

Otro de los mensajes se centra en plantear que, ante un problema común, todo el pueblo se une independientemente de sus divisiones políticas e ideológicas. Esta es una metáfora de lo que realmente debería ocurrir en otras cuestiones sociales de la Europa contemporánea.

La decepción por la educación

El protagonista refleja el sentir de muchos profesores cuya vocación por la educación se tambalea por un contexto que va en contra de sus ideales profesionales. Michele es un fiel reflejo de la pérdida continua de valores en las aulas de las grandes urbes. Sin ir más lejos, el director reconoce que, al regresar a los pueblos de los Abruzos, reconecta con la honestidad genuina de la vida. Es como si en esos colegios rurales se mantuviera un espíritu que nunca debería haberse perdido. Este marco está estrechamente relacionado con la devaluación del sentimiento de comunidad.

En 2023, el estudio «El profesorado en España», publicado por la Fundación SM, arrojó datos preocupantes: el porcentaje de profesores que imparten clase con un sentimiento de distancia e indiferencia en España ha aumentado en los últimos 15 años, pasando del 2 % en 2007 al 38 % en 2023. La desilusión y el cansancio han crecido de forma exponencial. El estudio se basó en 600 entrevistas cara a cara con docentes de Infantil, Primaria y Secundaria. La causa principal es precisamente la misma con la que arranca Un mundo aparte: la creciente presencia de profesores intimidados por el alumnado.

Riccardo Milani quiere contribuir por medio de sus películas a crear un mundo mejor y más justo. Su nuevo filme, cuyo tráiler podéis ver en el siguiente enlace, ganó la Cinta de Plata como mejor comedia italiana del año. La historia se entrelaza con lo que hacían otros directores italianos en el pasado, como Ettore Scola, Dino Risi y Mario Monicelli: todos ellos fueron grandes maestros en hacer reír y llorar al público al mismo tiempo, mientras infundían valores de gran calado social.

En Inèdit tuvimos la oportunidad de charlar con el director durante su paso por la Muestra de Cine Italiano de Barcelona 2024. En este enlace encontraréis la entrevista.

 

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