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Pautas para afrontar el malestar psicológico

Malestar generado por el confinamiento forzado

Nadie está preparado para un estado de alarma, si bien llevábamos semanas viendo en los medios de comunicación que otros países se confinaban para superar la crisis médico-sanitaria más grande en los tiempos de la conectividad. Estamos ante una situación que no ha vivido ninguna otra generación en nuestro país. Las reacciones psicológicas al confinamiento domiciliario son inevitables y en China los índices de suicidios y de peleas domésticas se dispararon a los pocos días del encierro forzoso.

También debemos sumar a todo esto la presión económica: los mercados se han desplomado y las empresas están cerradas y sin producir, los autónomos y pequeños empresarios se enfrentan a un futuro completamente nuevo, sin estadísticas comparativas anteriores.

Estamos ante una situación que no ha vivido ninguna otra generación en nuestro país. Las reacciones psicológicas al confinamiento domiciliario son inevitables

Os ofrecemos algunas pautas y tareas de autocuidado personal para detectar y gestionar emociones de alta intensidad como nerviosismo, agitación, tensión o sensación de peligro inminente o incluso de pánico. Si no se puede dejar de pensar en otra cosa que no sea la enfermedad, en el riesgo de enfermar y contagiarse, o bien si existe dificultad para concentrarse o desarrollar actividades habituales, que nadie se sorprenda, es algo totalmente normal y se le llama «estado de alerta psicológica»; la mejor manera de sobrellevarlo es aprender a analizar las sensaciones corporales asociadas como aumento del ritmo cardíaco, respiración acelerada (hiperventilación), sudoración, temblores sin causa justificada, dificultad para dormir, dolores de cabeza, cervicales o musculares. También pueden verse afectados los hábitos alimenticios tanto por falta de apetito como por exceso del mismo e ingerir de forma iregular y compulsiva.

Si existe dificultad para concentrarse o desarrollar actividades habituales, que nadie se sorprenda, es algo totalmente normal y se le llama “estado de alerta psicológica”

¿Qué hacer para sobrellevar el estado de alerta psicológica?

Lo primero es mantener una actitud positiva y objetiva. Hay que ser realista y reconocer que es una situación excepcional, que hay que adaptarse, compartirlo con los familiares y asumir las responsabilidades individuales para evitar el riesgo de contagio.

Intentar no hablar permanentemente del tema. Ayudar a nuestros amigos y familiares a mantener la calma, facilitando la adquisición de los nuevos hábitos de higiene y prevención recomendados por las autoridades sanitarias.

Acudir a fuentes oficiales y buscar información contrastada por expertos: Ministerio de Sanidad, colegios profesionales sanitarios, organismos oficiales, OMS, etc. Intentar consultar la información solo una vez al día.

Construir nuevas rutinas para los días de encierro: marcar una hora de levantarse, cambiarse de ropa, arreglarse para estar en casa de forma activa y no en pijama. Si hay niños en el hogar, marcar horas de estudio y de deberes al mismo tiempo que podemos realizar algún curso gratuito. Buscar contenidos positivos y divertidos.

El miedo puede hacer que nos comportemos de forma impulsiva, rechazando o discriminando a ciertas personas. Tenemos que reconocer nuestra propia angustia y compartirla sin autocompadecernos. Intentar reírnos de nosotros mismos y pensar que es una situación puntual y transitoria.

Fuente:

Colegio Oficial de Psicología de Madrid

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