CICAE celebró una jornada sobre el impacto de la IA y de ChatGPT
¿Oportunidad o amenaza?
ChatGPT es la tecnología del año. Desde su lanzamiento en noviembre de 2022 la herramienta no ha dejado de generar polémica. En la educación sus posibilidades pueden ser múltiples, y supone para docentes y alumnos una oportunidad o una amenaza, según el uso que se haga. Precisamente, en torno a esta cuestión ha versado la jornada sobre inteligencia artificial organizada por la Asociación de Colegios Privados e Independientes (CICAE) el pasado lunes 27 de marzo en la Universidad Camilo José Cela.
ChatGPT puede ser una buena herramienta para fomentar la indagación y la investigación en el aula
Las nuevas herramientas están generando un cambio significativo en la forma de enseñar y aprender. De hecho, según César Gómez de la Cal, jefe del departamento de Diseño, Innovación y Tecnología Educativa de la Institución Educativa SEK, en el ámbito educativo ChatGPT es una herramienta útil para fomentar la indagación y la investigación, dar mejores respuestas que los buscadores habituales, explicar conceptos, desarrollar habilidades de pensamiento computacional, diseñar mentores personalizados y, especialmente, preparar a los alumnos para los trabajos del futuro, que contarán con estas posibilidades mejoradas.
No obstante, Gómez de la Cal advirtió de algunos de los inconvenientes de estas tecnologías, como que su coherencia al redactar no siempre está acompañada de información contrastada, por lo que se puede generar desinformación en apariencia creíble.
Por su parte, la doctora Begoña Sopena, experta en el desarrollo del aprendizaje en conocimiento en un entorno TIC, explicó que «estos recursos nos plantean oportunidades de desarrollar nuevos enfoques metodológicos que apoyen el desarrollo del espíritu crítico en los estudiantes o su capacidad de analizar y evaluar la información».
La IA nos da la posibilidad de una mayor personalización del aprendizaje
En opinión de la doctora Sopena uno de los beneficios de la inteligencia artificial es la posibilidad de una mayor «personalización del aprendizaje, con itinerarios de contenidos adaptados a las necesidades de los estudiantes», además de suponer una ayuda para el análisis de los datos en la educación, «como identificar tendencias en el rendimiento de los alumnos, detectar el riesgo de abandono escolar antes de que se produzca o apoyar a las administraciones en la toma de decisiones y el diseño de estrategias de mejora del aprendizaje».
Sin embargo, para Begoña Sopena la privacidad de los estudiantes y la seguridad de los datos debe ser una preocupación en el ámbito educativo, para lo cual entiende que «es necesario desarrollar políticas educativas que regulen la inteligencia artificial en términos de responsabilidad y transparencia, para eliminar los sesgos en los algoritmos y proteger a los estudiantes contra la discriminación por raza, etnia, género o condición económica».
En el aula el uso de ChatGPT debe ser guiado por el profesor
A pesar del debate existente en la comunidad educativa sobre la utilidad o no de esta herramienta en el aula, ya hay colegios que han empezado a integrarla en sus clases. Ejemplo de ello es el colegio St. Peter’s School. Una de las máximas de este centro es que el uso de ChatGPT sea guiado por el profesor, «que ya está facilitando consejos al alumnado para sacarle provecho para su aprendizaje», según cuenta Teresa Carrer-Micó, Curriculum Coordinator y Career Advisor en esta escuela. De hecho, según compartió Carrer-Micó, algunas de las tareas que ya han probado junto a sus alumnos son la combinación de documentos de estudio, usarlo como un miembro más en una discusión de un trabajo en grupo o mejorar la habilidad de crear preguntas rigurosas o académicas por parte de los alumnos.
Teresa Carrer-Micó reconoció que, si bien supone un desafío para la evaluación y las garantías en la adquisición de aprendizajes, también ofrece otras facilidades al profesorado, como crear recursos educativos para el aula, analizar el estilo de escritura y detectar errores comunes en el estudiante. Al respecto, Josep Maria Ginjaume, titular del St. Peter’s School y miembro de la Junta Directiva de CICAE, defendió que no sirve de nada «considerar como amenaza algo que puede ser un reto y ofrecer mejoras en el aprendizaje, entendiendo sus limitaciones».
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