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Pedagogía de la escucha

Aprender a oír y a entender mejor

El pasado martes tuvo lugar en la Biblioteca Sofia Barat de Barcelona una conferencia impartida por Rosa Chacón, maestra, formada en logopedia con posgrado en Mediación así como madre de una hija de 22 años y un hijo de 20, ambos con dislexia, sobre  pedagogía de la escucha, una modalidad que se centra en el estudio de la audiología (el oído) y la fonología (el habla) aplicado al aprendizaje y a su relación con el comportamiento de las personas.

Este método terapéutico se conoce  como método Tomatis porque fue el doctor Alfred A. Tomatis (Niza, 1920 - Carcasona, 2001), doctorado en Medicina en 1945 por la Facultad de París, otorrinolaringólogo, psicólogo e investigador, quien focalizó sus investigaciones en el desarrollo de teorías sobre las relaciones que existen entre oído y voz y sus repercusiones en el comportamiento y el lenguaje del ser humano.

La estimulación auditiva y neurosensorial usa la música y la voz y actúa en las cuatro funciones básicas del oído: la audición, la escucha, el equilibrio y la coordinación y dinamización del cerebro. El ser humano percibe el 80 % de la información a través del oído. Si la capacidad auditiva se reduce, también lo hace la actividad del cerebro.

Diferencia entre audición y escucha, clave en el aprendizaje

La audición es la función involuntaria y física que se realiza a través del oído. Escuchar implica funciones cerebrales como la voluntad atencional, discriminación y análisis de los sonidos, darle significación que permita entender con el fin de aprender y/o comunicarnos. Diferenciar la funcionalidad física del proceso de escucha permite entender y avanzar en el proceso de aprendizaje del habla y de la estimulación cerebral.

Lo emocional afecta a nuestra capacidad de entendimiento; por ejemplo, podemos oír una conversación pero no prestarle atención, abstraernos de esa información auditiva por razones varias.

“Una escucha perturbada puede ocasionar dificultades de aprendizaje, en el habla o en la psicomotricidad del individuo”

Actualmente se conocen mejor los efectos del estrés sobre diferentes grupos musculares como la zona lumbar o las cervicales, pero en el oído medio existen dos músculos, llamados estapedio y mayo, asociados a los huesecillos del oído, que amortiguan y revisten los movimientos de la membrana timpánica. Ambos músculos protegen el oído interno de los ruidos intensos y súbitos que pueden causar lesiones y también se tensan y se sobreestresan.

¿Cómo desestresar el oído?

La mayor parte de la información que nos llega depende de la puerta de entrada que es el oído. Cuando existe algún problema de entendimiento y procesamiento de la información que recibimos, a eso se le llama escucha perturbada. La pedagogía de la escucha estimula el oído sometiéndolo a sonidos agudos y graves alternados para ajustar su correcta función fisiológica como órgano, y a la vez la del cerebro. Existen piezas musicales que pueden ser desestresantes, como las composiciones musicales de Mozart o los cantos gregorianos por su riqueza en armónicos.

Una escucha perturbada puede ocasionar dificultades de aprendizaje, en el habla o en la psicomotricidad del individuo, y a la vez crear comportamientos alterados o conflictivos que pueden ser resueltos o reconducidos con las terapias auditivas y fonéticas correctas.

areas del cerebro y sus funciones

Zurdo o diestro de oído

Estamos acostumbrados a etiquetarnos como diestros o zurdos según la mano dominante que usamos para la mayoría de actividades de precisión. Pero de igual manera, existe el ojo o el oído dominante.

“Es importante detectar posibles problemas de lateralidad auditiva”

Los sonidos del habla, los fonemas, a través de los cuales construimos las palabras, tienen un largo recorrido por nuestro cerebro para llegar a las zonas de decodificación completa donde les otorgamos el significado  apropiado. Los sonidos que captamos por nuestro oído derecho serán procesados  primero por la zona izquierda de nuestro cerebro y de ahí irán dinamizando otras partes de la corteza cerebral. Y al revés, los sonidos que nos llegan por nuestro oído izquierdo son procesados primero por el hemisferio derecho.

Es importante detectar posibles problemas de lateralidad auditiva, lo que ocurre cuando el ojo dominante no coincide con el oído, es decir, personas que tienen como ojo dominante el derecho y cuyo oído motor es el izquierdo. Esto representa un esfuerzo superior para procesar la información recibida a través de la vista y el oído. Y puede determinar conductas erróneas y generar problemas de aprendizaje.

El método Tomatis pretende llevar a las personas a una escucha consciente; para ello usa un proceso estructurado en diferentes fases:

  • Parte física: estudio fisiológico del oído para descartar problemas como tapones de cera, acufenos, vertigos, hipoacusias en general.
  • Proceso de escucha: detección del oído motor y realización del test de escucha que analiza la reacción de la persona al percibir sonidos agudos, graves o medios.
  • Estimulación auditiva: consiste en la estimulación neurosensorial de la capacidad auditiva mediante música y sonidos tratados para mejorar los valores que haya indicado el test de escucha.
  • Fase activa con la propia voz: en esta fase el objetivo es aprender a escucharse a uno mismo. A partir de este momento se trabaja con la propia voz y la importancia de la entonación. Esta fase da buenos resultados en niños con problemas de lecto-escritura y memorísticos, así como en personas de edad avanzada.
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    Más información: 

    Método Tomatis

    Rosa Chacon

     

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