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Frankfurt 2016, le feria del libro más grande del mundo

La cita con el futuro de la publicación

Hoy se apagarán las luces de los 12 pabellones de tres plantas cada uno de la Frankfurter Buchmesse, La Feria  Internacional del Libro de Frankfurt  con Holanda y Flandes como países invitados. Se podrían extraer muchas conclusiones, una de ellas es que el catalán se escuchaba entre los pasillos y salas de encuentro. Lo peculiar de las grandes ferias de los libros es la cantidad de espacios y “coffee points” para hablar y negociar que hay. De hecho, muchos más negocios se cierran junto a un café y un apfelkuchen, pastel de manzanaque en algunos de los estands.

Había un espacio que representaba a Barcelona, ciudad literaria, otro del Gremio de Editores de Catalunya, a pocos metros el Gremio de Editores de España, de País Vasco y de Galicia, por cierto, muy interesante este último con publicaciones infantiles en inglés y títulos de no ficción para aprender a leer.  Una vez más, pasaba exactamente igual que en las grandes librerías, todos los gremios exhibían los mismos títulos que el estand del Grupo Planeta. Falta de policromía temática en nuestro país, es una opinión personal.

Cada uno puede extraer su conclusión, la nuestra es que los países nórdicos, Noruega, Islandia, Finlandia y Suecia, tienen muchísimo potencial tanto en la creación de títulos de  libros infantiles como nuevos autores de novelas de ficción para adultos.

La representación de Asia y Oriente Medio  también ha sido muy importante, la variedad y calidad ofrecida por Malasya era brillante y curiosa, novelas cortas con toques de humor específicos malayos, libros de cocina y muchas escritoras, sí mujeres, que empujan el sector editorial hacía el exterior con determinación y contundencia. El estand de Syria  y el de Irán eran de lo más llamativo con actuaciones en vivo constantemente, un esfuerzo por internacionalizar sus contenidos. Su pluralidad temática es extraordinaria y sorprende su modernidad e inteligencia emocional en contenidos justo en el momento que luchan contra la fanatización religiosa.

Qué decir de la presencia de China, tanto a nivel de oferta de impresión y soluciones de aplicaciones y recursos como  traducir y producción de libros directamente, sino que también la de representación de editores que buscan la venta de derechos de sus obras. 

Otra conclusión es que la oferta y la demanda de libros impresos parece vencer a la crisis y se habla de un repunte del 5% del total de las ventas en el primer semestre del 2016. Temáticas como las recetas de cocina y el libro infantil están muy fortalecidos frente a la ficción de adultos en general que se mantiene y planta cara al libro electrónico.  

Dentro de un rato los salones quedarán vacíos, los libros volverán en cajas a esperar el turno de que alguna editorial los solicite para ser traducidos y transportados a nuevos lectores. Lectores ávidos de letras y líneas impresas.

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