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Nada cambia en educación si no cambia la evaluación, según Neus Sanmartí

Los profesores y los alumnos siguen más interesados en las notas

El Colegio Oficial de Pedagogía de Cataluña (COPEC) ha nombrado Colegiada de Honor a la doctora Neus Sanmartí i Puig por su trayectoria pedagógica en pro de la formación docente y el sistema educativo inclusivo.

La doctora Sanmartí, experta en evaluación, ha dado una lección magistral con el título: «Nada cambia, si no cambia la evaluación». Sanmartí, doctora en ciencias químicas en la Universidad de Barcelona, se especializó en Didáctica de las Ciencias. Actualmente es catedrática y profesora emérita del departamento de Didáctica de la Matemática y Ciencias Experimentales de la facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB). De 2002 a 2008 dirigió el Instituto de Ciencias de la Educación de la UAB.

En su larga carrera profesional, ha trabajado especialmente en la investigación sobre la evaluación formativa, el lenguaje en relación con el aprendizaje científico y la educación ambiental, así como en la formación permanente del profesorado de ciencias. En 2009 recibió la Cruz de San Jorge de la Generalitat de Catalunya.

En la ponencia magistral, la doctora Sanmartí compartió sus experiencias de cuando empezó su carrera de profesora en el área de formación de docentes de las ciencias, y nos confesó que odiaba la parte de la evaluación. Sentía que era la parte más desagradable del proceso de aprendizaje. Quizás, reflexionó, todavía hoy en día hay muchos docentes que no disfrutan cuando llega el momento de la evaluación a los alumnos. Sanmartí recordó el momento de la implantación de la LOGSE (1990), pues con la intención de mejorar el fracaso escolar se planteó, por primera vez, el trabajo multidisciplinar y cooperativo entre los alumnos. Poco a poco, Sanmartí fue aprendiendo a evaluar unidades didácticas desde un paradigma multidisciplinar, con el objetivo de mejorar la interpretación de los textos en ciencias tanto para los docentes como para los alumnos.

Acceso a la entrevista completa de la Dra. Neus Sanmartí sobre evaluación.

Acceso a la entrevista completa en vídeo de la doctora Neus Sanmartí. INÈDIT AGÈNCIA 

Neus Sanmartí reconoce los siguientes puntos clave para transformar la evaluación en el proceso de enseñanza-aprendizaje:

  • Comprender qué elementos son los que deben aprender los alumnos y asegurarse de que los criterios de evaluación sean comprendidos y reconocidos por los estudiantes. Para Sanmartí esto es necesario para que los alumnos reconozcan su propio aprendizaje y no piensen que las actividades responden a manías o hábitos del profesor sin sentido.
  • Anticipar y planificar las acciones de la unidad para responder a estos objetivos, es decir, definir qué pasos debe dar el alumno para llegar a alcanzar los objetivos de conocimiento marcados. Este paso incluye un riesgo: cuando los alumnos saben que deben realizar un ejercicio determinado para obtener el aprobado entonces ya no piensan en el proceso sino en el resultado, y la evaluación no se integra en el mismo.

Hay dos principios básicos profundamente arraigados que hay que cambiar:

La nota no es la finalidad de la evaluación, sino la consecuencia

El docente debe estar muy convencido del proceso, debe desarrollar empatía por las diferentes formas de aprender de cada alumno. Un ejemplo de modelo a superar es el de la evaluación por notas medias o promedios. Es algo que no tiene sentido en una evaluación formativa que es continua, porque ya sabemos que el conocimiento del inicio del aprendizaje no será el adecuado y no debería afectar al resultado final de la evaluación total. Normalmente el aprendizaje se alcanza al final, requiere tiempo, por lo que no es útil hacer promedios.

¿Por qué ponemos notas? ¿Qué finalidad tiene evaluar?

Las notas antes tenían una función: seleccionar alumnos, indicar quién era apto y quién no. Hoy en día, esta funcionalidad ha desaparecido, pero no existe una nueva finalidad. La sociedad y los alumnos siguen pidiendo notas, saber si son aptos o no, pero no le encuentran sentido a aprender por aprender y por ello abandonan. El profesor debe ponerse a prueba a sí mismo como un reto para saber que ha alcanzado los objetivos marcados, y retar a los alumnos, no por una nota, sino para provocarlos y motivarlos a reconocer si han aprendido.

Si no cambia la evaluación, no puede cambiar el currículo. Parece muy sencillo, pero hace más de treinta años que hablamos de cambio en la evaluación, y todavía no se ha producido. Los cambios en la educación son muy lentos y esto no ayuda a la consolidación de los cambios educativos en otros escenarios.

Fuentes: 

COPEC

INÈDIT Agència

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