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La relación entre arquitectura y neuroeducación

Construyendo espacios de bienestar

El pasado 1 y 2 de marzo la Universidad de Barcelona ha acogido la quinta edición del congreso internacional de neuroeducación, que este año se ha centrado en la arquitectura del bienestar. Entrevistamos a David Jou, poeta y catedrático de Física de la Materia Condensada en la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), quien nos comparte su visión sobre la arquitectura del bienestar, cuestión que nos invita a repensar nuestros espacios y prácticas educativas con el objetivo de crear entornos óptimos para el crecimiento personal y social de los individuos.

Pregunta: ¿Qué es la arquitectura del bienestar y por qué es importante pensar en ella?

Respuesta: Las arquitecturas del bienestar son distribuciones del espacio, de la luz, de los colores, de los materiales, que hacen que nos sintamos a gusto en determinado lugar y haciendo determinada tarea. Esto es crucial tanto en casa como en la escuela, en un hospital o en el lugar de trabajo. Es una consideración importante en nuestra sociedad actual, ya que tenemos suficientes recursos para implementarla.

P.: ¿Cómo se relacionan las arquitecturas concretas del bienestar con los derechos sociales y culturales que conforman el Estado del bienestar?

R.: Para mí la arquitectura siempre ha sido un campo de interés, aplicable tanto a los edificios como a los organismos, así como a los libros de poesía y de física. De hecho, intento que mis libros tengan una vocación arquitectónica, que reflejen una visión de conjunto. Respondiendo a la pregunta, he de decir que esto también se extrapola a las leyes del universo y a las masas visibles e invisibles que lo conforman. Igualmente, la arquitectura del bienestar está íntimamente relacionada con los derechos sociales, como salud y educación, que son una conquista frágil y debatida en nuestra sociedad; nos encontramos en un debate constante sobre qué grado de bienestar ofrecemos y qué recursos se dedican a ello.

P.: Este congreso se sitúa en el marco de la neuroeducación. ¿Cómo procesa el cerebro las informaciones relacionadas con el espacio que lo rodea, y con las sensaciones de bienestar o malestar?

R.: La percepción del espacio es compleja y sutil. El cerebro procesa esta información por medio de los sentidos y de zonas como el hipocampo y otros sistemas que activan neuronas en función del entorno. En el hipocampo hay unas neuronas concretas que se activan si estamos en un lugar, en una habitación, y que no se activan si estamos en un lugar diferente. Por lo tanto, las neuronas reaccionan en función de la posición en la que nos encontramos. Junto al hipocampo encontramos otro sistema similar a un GPS con unas neuronas que se activan según la velocidad, la dirección, la proximidad a las paredes… Esto quiere decir que el espacio influye en nosotros no solo de manera externa por lo que vemos, sino también de manera interna según cómo nuestro cerebro procesa esta información y reacciona a ella. Estas zonas, además, envían información a las zonas del bienestar o de la angustia, jugando un papel clave en nuestra experiencia.

La disposición del espacio influye en la actividad neuronal de nuestro cerebro

P.: ¿Qué importancia tiene la arquitectura del bienestar en los espacios educativos y para los alumnos?

R.: La arquitectura del bienestar es fundamental en los espacios educativos, pero más allá del entorno físico, aún es más importante el espíritu con el que los estudiantes enfocan su aprendizaje: si tienen curiosidad, si ponen atención, si se concentran, si trabajan, si son respetuosos con los demás y los profesores son entusiastas para transmitirlo puedes cambiar el mundo desde un barracón. En cambio, si tienes la mejor arquitectura pero los estudiantes están dispersos, no tienen interés, se distraen, no tienen respeto por nada… pues estás hundiendo un país.

Fuente: Inédit Agencia. 

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