Knolling literario, una actividad didáctica para fomentar la lectura en el aula
El uso de herramientas digitales puede motivar la lectura
La lectura es una de las materias transversales a gran parte de las asignaturas del currículo educativo, sin embargo la forma de introducirla en el aula siempre es una cuestión de debate. Lo más habitual es incorporar una serie de lecturas obligatorias durante todo el año, pero como decía el célebre escritor Jorge Luis Borges, «el verbo leer, como el verbo soñar y el verbo amar, no soporta el imperativo».
Dejando de lado la técnica de la obligación, que es contraproducente, existen nuevos enfoques de trabajar esta asignatura en clase, aprovechando además las herramientas digitales a nuestro alcance, lo que hace de la lectura toda una experiencia estimulante y motivadora.
El knolling literario consiste en resumir mediante objetos una obra literaria
En especial, una de las técnicas más bien valoradas por docentes y estudiantes es el knolling literario, que consiste en crear una fotografía que muestra la portada del libro acompañada de objetos que definen la historia, colocados de manera ordenada en una superficie plana, a la misma distancia entre sí, idealmente sobre un fondo claro y fotografiados desde una perspectiva cenital. Su objetivo es trasladar, mediante la imagen, un resumen breve de la obra.
Esta actividad permite al alumnado expresarse de forma creativa y, sobre todo, le induce a hacer una lectura consciente para poder escoger los objetos con criterio, ya que deberá justificar cada elección ante el docente y sus compañeros. Esta forma de evaluación es efectiva puesto que ayuda a una mejor comprensión de las ideas, el argumento y la temática del libro.
Esta técnica fue ideada en 1987 por Andrew Kromelow, conserje del taller de Frank Gehry. Mientras Gehry diseñaba sillas para la empresa Knoll, Andrew acabó colocando todas las piezas desplazadas en un ángulo de 90° para acabar con el desorden reinante y ser más productivos en la cadena de montaje. Más adelante se popularizaría gracias al artista Tom Sachs, quien también trabajó dos años con Gehry, y al que la belleza de esta composición le cautivó, hasta el punto de que acabó integrándola en su obra.
Cada objeto que se añade al retrato tiene que tener un porqué
El knolling basa sus principios en el minimalismo. Su belleza radica en su orden, pulcritud y estandarización. En una obra de estas características no tiene cabida el caos ni la improvisación, todo objeto está allí por algún motivo, y la disposición de estos sigue una clasificación determinada (por tamaño, color, textura, temática, uso…).
Además de esta técnica, son muchas las formas de fomentar la lectura en el aula mediante actividades atractivas y participativas. Otra propuesta sería animarles a realizar un booktrailer, es decir, montar un videorresumen de la obra, con imágenes y audios para presentar en clase, o incluso publicar en un blog literario o cuenta de bookstagram, junto con una breve reseña.
Hacer un tráiler del libro, construir una banda sonora o crear un fanfic digital de la historia son otras propuestas de actividades para motivar la lectura en el aula
Otra opción, ahora que la música es accesible a todos y que plataformas de audio como Spotify han democratizado su acceso, es pedir al alumnado construir una banda sonora para el libro que han leído, asociando una canción a algunos de los momentos más memorables de la historia.
Y si la idea es ir un paso allá proponiendo un proyecto más ambicioso, puedes animar a tus estudiantes a crear sus propias historias en digital (ya sea inspiradas en la historia leída o en alguno de los personajes). Ello se consigue mediante herramientas como Book Creator, Canva o Storybird. Esta última herramienta permite crear narraciones a partir de imágenes clasificadas por categorías, ya sea de forma individual o trabajando en equipo.
Finalmente, una apuesta más a largo plazo por la lectura sería impulsar una biblioteca virtual del colegio, en la que se encuentren libros de texto, obras interactivas o, incluso, que pueda servir también de lugar seguro para aquellas creaciones literarias destacadas del alumnado.
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