La falta de seguridad es una de las peores consecuencias de un mundo globalizado, masificado, y sobre todo, en conflicto constante. Niños y niñas son de los colectivos más expuestos y afectados, siendo víctimas de violencias, abusos y explotación. La Convención de los derechos del niño, aprobada por la ONU en 1989 supuso un avance legislativo hacia la protección de la dignidad de todos los niños y niñas de todo el mundo; el primer paso para la construcción de un futuro seguro y justo para los más pequeños. Sin embargo, 34 años después seguimos igual, o peor. Datos como que el 35% de víctimas de trata en el mundo son menores, o que diariamente se producen 71 violaciones graves a niños lo demuestran.

El pasado miércoles 24 de enero se celebró en Barcelona el I Congreso Internacional de Derechos de los Niños, donde más de treinta expertos en la materia y alrededor de 70 entidades vinculadas al bienestar infantil convergieron para abordar cuestiones cruciales en la protección de la infancia. Este encuentro no sólo fue una oportunidad para compartir conocimientos y buenas iniciativas, sino también un espacio de vínculos y donde hacer red por la protección de los derechos fundamentales de la infancia.

"Proteger a los niños y niñas del abuso y la explotación es una obligación de toda la sociedad en la que debemos estar comunitariamente implicados"

En el congreso se puso de manifiesto la necesidad de priorizar la prevención y la perspectiva de derechos en la protección de los niños y niñas contra la violencia y el abuso. Myriam Cabrera Martín, directora de la Cátedra de los Derechos del Niño en la Universidad Pontificia (ICAI-ICADE), recordó que la protección integral de los menores es una responsabilidad colectiva. "Proteger a los niños y niñas del abuso y la explotación es una obligación de toda la sociedad en la que debemos estar comunitariamente implicados", afirmó.

Por su parte, Jorge Cardona, catedrático de Derecho Internacional y exmiembro del Comité de Derechos de los Niños de las Naciones Unidas, considera que la perspectiva de derechos es esencial. "No se trata de proteger a los niños, sino a sus derechos. Sólo así garantizamos su protección total", aseguró. En este sentido, urge a cambiar la perspectiva "societal" para centrarse en el "buen trato" como sistema preferente.

"Es importante crear entornos físicos y relacionales que promuevan el afecto y el aprecio, y que incentiven el empoderamiento de los niños mediante la conciencia de sus derechos"

Myriam Cabrera a su vez quiso resaltar la importancia de la prevención en la protección infantil. "La prevención pasa por sensibilizar sobre la importancia de los indicadores y estadísticas relacionados con la violencia infantil", manifestó. Con ello pone de relieve la necesidad de formar profesionales y fomentar la conciencia de los derechos de los niños en todos los niveles de la sociedad. Al respecto, Cardona explica que es importante crear entornos físicos y relacionales que promuevan el afecto y el aprecio, y que incentiven el empoderamiento de los niños mediante la conciencia de sus derechos.

La Convención de los derechos del niño de las Naciones Unidas, junto con otros instrumentos jurídicos, proporciona el marco normativo para garantizar la protección de los derechos de los niños a nivel internacional y estatal. Teniendo esto, Cabrera considera que ahora lo que se debe impulsar es la creación de recursos accesibles y anónimos para la denuncia, teniendo en cuenta las diversas vulnerabilidades que pueden afectar a los niños.

Este evento fue también el escenario de la presentación oficial de Diktya Foundation, una entidad internacional dedicada a la defensa de los derechos de los niños, impulsada por los hermanos Maristas.

La infancia necesita de la sociedad un compromiso más firme por la protección de sus derechos

El I Congreso Internacional de Derechos de los Niños ha establecido las bases para un abordaje integral en la protección de los derechos de los más pequeños. Este acontecimiento se erige como un punto de partida fundamental en la lucha por asegurar que ningún niño o niña sea víctima de violencia y abuso, no obstante, la protección de la infancia es una cuestión que lleva años en la agenda internacional sin llegar a hacerse realidad. Vidas rotas, infancias oscuras y traumas permanentes son algunas de las consecuencias que comporta este hecho. Es hora de que la sociedad adopte un compromiso firme en la garantía de esta protección.

Fuente: Inèdit Agencia