Adiós a Claire Cabré,

El pasado 9 de enero falleció Claire Cabré, (1931 Lyon, 2018 Barcelona)

Claire Santamaria Moreau de Carena, conocida por su apellido de casada Madame Cabré, fue una mujer moderna y avanzada a su época. Nació en un pequeño pueblo, Montbrison , en Francia. Creció en el  amparo de una familia burguesa que le transmitió la herencia de carácter de las mujeres de postguerra. Estudió Filología Hispánica y para complementar su carrera viajó a Barcelona, donde encontró el amor y desarrolló toda su vida familiar y profesional.

Su andadura en la docencia comenzó en 1954 como una forma de ganarse la vida. Se presentó en el Liceo Francés para obtener su certificado de Aptitud Pedagógica y sin pensarlo encontró que su vocación crecía entre pizarras y pupitres. Desde el principio aplicó una metodología propia. Hasta que en 1969 crea L’École Bon Soleil para poder desarrollar su propia filosofía pedagógica.

El colegio abrió en Castelldefels, en un espacio abierto y sin facilidades, cerca del mar, entre pinos, sin alcantarillado ni teléfono, con tan solo 12 alumnos pero como ella afirmó “los niños eran felices allí”, de ahí el nombre del colegio, Bon Soleil, que significa buen sol en francés.  En 1997, cuando se jubiló y delegó la dirección del centro, se había convertido en un College Internacional de prestigio, el Lycée Français de Gavà, con unas instalaciones de más de 25.000 metros cuadrados, 1.200 alumnos escolarizados desde los 2 a los 18 años. Y donde se aplica el currículum nacional francés con homologación por el Ministerio de Educación de España.

Fue condecorada con la medalla Palmes Académiques  de París por su carrera de magisterio y en 2009 escribió un libro titulado, Quiero ser mayor, editado por la Fundación Antoni Cabré con el que quiere ayudar a los padres que se sienten sobrepasados ante la educación de sus hijos en un mundo permisivo en exceso y que en ocasiones delega esa responsabilidad a otros factores.  Según sus propias palabras, “los maestros no solo instruimos sino que educamos. El aprendizaje requiere de normas que no son innatas en los niños. . El primer responsable de ese aprendizaje es la familia y luego la escuela.”

Su teoría pedagógica se fundamentaba en las siguientes palabras: “gracias” y “por favor”.  Así como en integrar la alimentación, la higiene y el respeto  al otro dentro de los principios básicos del aprendizaje en sí mismo. Después de jubilarse se dedicó a  su propia fundación, Fundación Antoni Cabré, dedicada a promover la educación y la salud de los jóvenes más marginados.  

Sin duda, su fallecimiento es una gran pérdida para el entorno educativo en Barcelona, aunque  sus principios seguirán vivos en los miles de alumnos que han tenido el privilegio de tenerla como maestra. D.E.P