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Escribir a mano y la habilidad lectora están conectados

La digitalización se impone en las aulas

Los que tenemos una edad aprendimos que escribir a mano era la forma de recordar cosas. Si nos portábamos mal nos obligaban a copiar frases enteras, con sus mayúsculas al inicio y su punto al final, unas cien o más veces según lo malo que hubiera sido nuestro comportamiento.

Cuando no podías dormir te obligaban a contar en alto o bien a recitar frases una y otra vez hasta que el cansancio o el aburrimiento te llevaban a un sueño profundo.

Los alumnos que teníamos problemas de aprendizaje como la dislexia sobrevivíamos en el sistema escolar esforzándonos permanentemente, con una gran frustración al necesitar el triple de esfuerzo para conseguir los mismos resultados que otros alumnos menos talentosos. Ansiedad, insomnio, sensación de ser el  tonto del grupo.

Pronto llegaron las máquinas que ayudaban a escribir. Ordenadores con un programa autocorrector, con predicción de palabras… Resultó un alivio poder prescindir de las gomas de borrar y de los tachones horribles de los cuadernos escritos a mano. La tecnología de los procesadores de texto fue un gran aliado para aquellos que sufríamos en la mecánica de escribir a mano.

Con la tecnología ha resultado más fácil expresarse todos por igual, pero hemos perdido una cosa: la concentración que conlleva la acción de escribir a mano. Concentración, atención, cualidades que son necesarias para la lectura.

“La escritura a mano es una actividad multisensorial”

Hoy en día, gracias a las investigaciones de la neurociencia, sabemos que existe el aprendizaje multisensorial, que consiste en aprender una misma materia a través de formas distintas, es decir, aprendemos a leer mejor escribiendo, y viceversa, aprendemos a escribir mejor leyendo.

Cito textualmente: según Sheldon H.Horowitz, «la escritura a mano es una actividad multisensorial. Al trazar cada letra, su mano comparte información con las áreas del procesamiento del lenguaje de su cerebro. A medida que sus ojos siguen lo que está escribiendo, usted involucra esas áreas. Lo mismo ocurre si pronuncia los sonidos de las letras y palabras cuando las escribe».

La investigación de neurociencia aplicada al aprendizaje demuestra una relación especial entre el desarrollo del lenguaje y el acto de escribir a mano. A los alumnos que practican la escritura a mano les van mejor la lectura y la ortografía porque activan los circuitos de lectura en el cerebro que favorecen la alfabetización.

Por el contrario, teclear en un ordenador no demuestra mejorar la lectura. No obstante, es una gran herramienta para los niños con dificultades en la escritura. No se trata de tener que decidir entre escritura manual o no, sino más bien de acomodar en el currículo un espacio para la escritura manual, sin presión, como un medio de relajación, como ocurre en culturas donde la caligrafía es considerada un arte y lleva a la persona que la practica a estados mentales de calma.

“Para algunos niños la dificultad física de sostener un lápiz es real e incómoda”

Para algunos niños la dificultad física de sostener un lápiz es real e incómoda. Algunos alumnos se quejan de dolor en los dedos o en los brazos, o bien dicen que se les cansa la mano. El hecho de tener que agarrar con precisión un lápiz los distrae de la propia materia. Sin olvidar la terrible frustración que genera realizar un trabajo escrito y ver que el de tu compañero es perfecto, simétrico y legible mientras que el trabajo propio es caótico, emborronado e ilegible.

“La tecnología ha creado la tendencia de hojear, en lugar de leer lenta y cuidadosamente”

«La tecnología ha creado la tendencia de hojear, en lugar de leer lenta y cuidadosamente», afirma Maryanne Wolf en su libro Reader Come Home: The Reading brain in a digital world. Actualmente la velocidad lectora está sobrevalorada, cuando lo importante es tener «paciencia cognitiva» porque leer rápido no nos convierte en buenos lectores.

Los estudiantes con dislexia y otras dificultades de aprendizaje no deben abandonar la escritura a mano aunque no sean perfectos calígrafos. Tampoco escribir más rápido en un ordenador indica ser mejor estudiante.

En la actualidad deben convivir la tecnología con los lápices y bolígrafos, usar dispositivos y pantallas a la vez que papel y lápiz. Pero en realidad, cada vez más escuelas obligan a los alumnos a presentar los trabajos escritos en un ordenador antes.

 

Fuente:

Artículo inspirado en el blog La esquina del experto, escrito el 24 de septiembre de 2018 por Sheldon H. Horowitz , director de investigación y recursos para el aprendizaje de National Center for Learning Disabilities. Maryanne Wolf, Reader Come Home: the Reading brain in a digital World, Harper Collins, 2018.

Comentarios

DAVID, 31 de Octubre de 2018 17:39:23 Tengo una letra horrible, pero siempre que puedo escribo a mano... Y me encantan los tachones!!

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